Maya Walker
Al salir de mi sesión con Spencer de esta semana, observo la sala esperando encontrar a Michael aquí sentado, pero no es así.
Hace un par de días que me informó de la hora a la que tiene cita para hacerse el tatuaje y acordamos que iríamos después de su sesión, quería verlo para preguntarle donde le espero, pero no hay rastro de él.
Decido subir a la azotea, porque es bastante probable que pueda estar allí ya que no está en la sala de espera. Realmente le encanta ese sitio y yo empiezo a entender por qué.
Una vez arriba rápidamente puedo ver su pelo rojo, por lo que sonrío un poco y me acerco.
—¿Sabes qué hora es?—Pregunto llegando hasta él, que está sentado en el suelo, observando las vistas.
Michael se quita los auriculares y se gira a mirarme.
—Sí estás aquí deduzco que es mi hora de ir con Spencer—Responde y asiento.
—Efectivamente—Comento.
—Entonces debería irme, no quiero que se enfade conmigo—Se ríe levemente, se levanta y cuando queda más cerca mío, lo miro curiosa. —¿Qué pasa?
—Nada—Niego con la cabeza. —Es solo que he visto que tu piercing es de otro color y me ha llamado la atención—Comento y él se lleva la mano a la ceja, donde normalmente hay una pieza de color negro pero que en este caso, es plateada.
—Sí...-Hace una mueca. —No sé donde está la otra pieza, la perdí el otro día, así que me he tenido que poner esta mierda—Se queja y me río.
—No está mal tampoco—Comento. —Pero me gusta más la otra.
—A mí también—Asiente. —Como vamos al estudio de tatuajes aprovecharé para comprarme una pieza nueva—Añade y mira la hora en su teléfono. —Me voy, es tarde, Spencer me va a regañar si tardo más—Añade y asiento. —¿Me esperas aquí?—Pregunta.
—Sí, aquí te espero—Asiento.
—Genial—Me dedica una leve sonrisa y luego se aleja de mí.
Miro a mi alrededor y sonrío levemente observando las vistas, después decido sentarme y sacar de mi mochila el libro que estoy leyendo.
Cuando me quiero dar cuenta, Michael ya está de vuelta en la azotea.
—¿Nos vamos?—Pregunta acercándose a mí y yo asiento, antes de cerrar el libro para poder guardarlo. —Es un buen libro—Añade mirándolo y le sonrío levemente antes de levantarme.
—¿Ha ido bien?—Pregunto pues lo veo algo serio.
—Sí—Asiente. —Es solo que las sesiones con Spencer tienden a dejarme algo pensativo—Responde y yo asiento conforme.
—No te voy a hacer hablar, pero si algún día quieres hablar de ello, puedes hacerlo conmigo—Comento.
—Lo sé—Asiente. —Tal vez en algún momento—Añade y yo asiento.
Realmente no sé las razones de que Michael venga a ver a Spencer, él sabe las mías pero eso no significa que yo deba saber las suyas, aunque en realidad, me gustaría saberlo, tal vez podría ayudarlo.
Salimos de la azotea y nos subimos en el ascensor, poco después estamos en la planta principal y entonces abandonamos el edificio.
—¿Está muy lejos el sitio?—Pregunto curiosa.
—¿No miraste la ubicación que te pasé?—Pregunta.
—Lo hice—Asiento. —Pero mi sentido de la orientación no es muy bueno—Añado y él se ríe un poco. -Así que si me dices que tardaremos cinco minutos, te voy a creer, pero si me dices que tardaremos cincuenta, te voy a creer también-Explico y él se ríe.
ESTÁS LEYENDO
Perfectamente imperfectos
RomanceTodos tenemos nuestros secretos, pero ¿qué pasa cuando tu secreto mejor guardado es descubierto por alguien con quien ni siquiera hablas? ¿Qué pasa si quien menos te lo esperas, es quien mejor te comprende? Maya siempre ha sido de las chicas popular...