Capítulo 25

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Maya Walker

Recorro el local nerviosa, pensando en la posibilidad de que Michael se haya ido y eso es algo que no quiero.

Decido salir a la terraza pues por alguna razón siento que él podría estar allí, he podido notar que tiene cierta tendencia a escapar hacia los espacios abiertos cuando algo le hace sentir incómodo.

Una vez fuera me encojo ligeramente al notar el frío de la noche pues en mi intento de llevar ropa acorde con la fiesta, no voy demasiado abrigada.

Recorro el lugar con la mirada hasta que veo un pelo rojo, por lo que sonrío levemente y voy hacía allí.

—Siento lo idiota que se ha puesto Austin—Le comento al llegar a su lado. —Cuando bebe se le va un poco de las manos.

—No tienes que disculparte por las acciones de otras personas Maya—Me responde.

—Lo sé, pero te hice venir a la fiesta y ahora te has llevado malos comentarios por mi culpa.

—No es tu culpa que el ego de Austin esté por las nubes—Niega. —Y tampoco es tu culpa que no pueda aceptar el rechazo.

—¿El rechazo?

—Le gustas—Responde como si fuese obvio. -Se muere porque le hagas caso.

—¿Tú crees?—Pregunto confundida.

—Claro que lo creo, se pasa el rato intentando llamar tu atención—Me mira. —Y en el caso de hace un rato, se ha sentido amenazado por el hecho de que yo estuviese ahí contigo y por eso se ha comportado como un idiota.

—Pues que bien, solo me faltaba eso—Hago una mueca, sé que mis amigas llevan tiempo intentando juntarme con Austin o algo así, pero el hecho de que pueda ser verdad que le gusto, hace todo más raro. -Más le vale que se acostumbre a verme contigo, porque no es algo que vaya a dejar de hacer.

—¿Ah no?—Preguntó divertido.

—No—Niego y me sonríe un poco. —Pensaba que eso ya te había quedado claro.

—Siempre viene bien que me lo recuerdes. me gusta escucharlo—Se ríe levemente.

—Siento haberte hecho venir, apenas hemos llegado y ya te has llevado una mala experiencia.

—No te preocupes Maya, no soy tan blando—Me mira. —Que un chico popular intente hacerse el imponente delante mío no es algo que no haya visto otras veces, te aseguro que hace falta mucho más para amargarme la noche.

—Está bien—Sonrío levemente y me acomodo cerca suyo, después miro el vaso que me ha dado hace un rato, algo curiosa, pues aun no lo he probado.

—No es nada raro, solo es un refresco, no quería arriesgarme a traerte algo que no te gustase y entonces quedar mal—Se ríe.

—Aunque no me gustase no hubiese quedado mal—Niego y entonces le doy un sorbo a la bebida.

—¿No?—Pregunta curioso.

—No, porque al menos has tenido el detalle de traerme algo—Le sonrío -De todas maneras has elegido bien, no suelo beber alcohol-Añado y él asiente.

Veo a Lucy y Bianca venir hacía nosotros y suspiro un poco pues me imagino que es hora de otro momento incómodo y no puedo evitar pensar en que Michael acabará por pasar de mí si tiene que seguir aguantando tonterías.

—¡Maya!—Me llama Lucy.

—Llevamos un rato buscándote, estabas allí con todos y has desaparecido—Me dice Bianca.

—Austin estaba haciendo el idiota así que nos hemos ido—Les digo y entonces en ese momento es como si se diesen cuenta de que Michael está aquí también.

Perfectamente imperfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora