Capítulo Seis

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Robyn permaneció pacientemente, acurrucada al costado de Astoria, mientras ella y el resto de los de primer año esperaban a que regresara la profesora McGonagall. Estaban en una pequeña cámara junto al vestíbulo de entrada, que estaba iluminada por antorchas y tenía un techo extremadamente alto que parecía no tener fin.

La profesora McGonagall les había dado un discurso sobre cómo clasificarse en sus Casas, qué eran las Casas y cómo ganar o perder puntos de Casa. Ella ya sabía sobre estas cosas, así que solo escuchó a medias. En cambio, estaba pensando en formas en que funcionaría la clasificación; no sabía exactamente cómo se haría, aparte de que habría un sombrero involucrado, ya que era tradición mantenerlo en secreto, lo que la ponía nerviosa. No le gustaba no saber cosas.

Hasta ese momento, se las había arreglado para distraerse de preocuparse demasiado por la casa en la que la ubicarían, pero ahora que la clasificación estaba a solo unos minutos, estaba entrando en pánico. "Tengo que estar en Slytherin", pensó para sí misma. "¡Estaré en Slytherin!"

Astoria se acercó a ella y alisó su cabello. El gesto le recordó a su hermana, Dylan. "Sí, Dylan, que está en Slytherin. Estaré en Slytherin con Dylan".

Gracias — le habló en voz baja a su amiga, quien respondió con:

¡Por supuesto! No sé por qué estás tan preocupada. ¡Estaremos bien! — Astoria era, optimista como siempre. Robyn agradeció sus palabras tranquilizadoras, pero no necesariamente la hicieron sentir mejor. Las mariposas en su estómago no se iban. La expectativa de esperar a que regresara la profesora McGonagall era horrible. Casi se sintió enferma. De repente, varias personas soltaron gritos. Eso no ayudó en nada a su ritmo cardíaco.

Se giró para ver a qué se debía tanto alboroto. Oh. Había toda una tripulación de fantasmas flotando alrededor. Ella no pensó nada de ellos, solo eran fantasmas. Más bien, estaba bastante molesta con las personas que habían gritado, la habían puesto aún más nerviosa. idiotas

Estamos listos para recibirlos — dijo una voz severa: la profesora McGonagall había regresado. Las mariposas en su estómago se multiplicaron por diez. —Formen una fila y síganme.

Robyn se paró detrás de Astoria y frente a Flora, Hestia estaba detrás de su hermana. Observó a la chica rubia del tren unos pasos delante de ella y detrás de ella estaba la chica Weasley de la librería, la pequeña defensora pelirroja de Harry Potter.

Comenzaron a moverse cuando la profesora McGonagall empujó las puertas dobles del Gran Comedor. Robyn caminó con mucho cuidado y mantuvo la cara en blanco. No miró a su alrededor aturdida, simplemente miró hacia adelante con la cabeza en alto; ella era una Rosier, su nombre por sí solo debería inspirar respeto... es algo que su padre podría decir. Sin embargo, ella estaba tratando de emular a su serena madre en ese momento, no a él.

"Remilgada y apropiada" repitió en su cabeza.

"Perfecta, perfecta, perfecta", se estremeció levemente.

Su último pensamiento antes de que el sombrero comenzara a cantar fue:

"Slytherin".

Oh, puede que no pienses que soy bonito,
Pero no juzgues por lo que ves,
Me comeré a mí mismo si puedes encontrar
Un sombrero más inteligente que yo.

...

Robyn se quedó mirando sin pestañear al sombrero cuando terminó su actuación y luego aplaudió ligeramente siguiendo al resto de la escuela. Entonces, tuvieron que probárselo. Bueno, ahora se sentía un poco estúpida, porque duh, ¿qué más harías con un sombrero? Sin embargo, al menos no había ningún examen ni nada, porque ella no había estudiado ni preparado o... lo que sea. Ahora, solo tenía que ser clasificada en la Casa correcta.

La profesora McGonagall dio un paso adelante sosteniendo un largo rollo de pergamino y habló en voz alta: —Cuando diga tu nombre, te pondrás el sombrero y te sentarás en el taburete para que te clasifiquen. ¡Abernathy, Rachel!

Se clasificó una lista completa de personas que a Robyn no le importaban. Estaba demasiado ocupada en su propia cabeza para prestar atención a alguien que no conocía personalmente. Sin embargo, observó atentamente cuando —Carrow, Flora — y —Carrow, Hestia — fueron llamadas individualmente. Ambas fueron clasificadas en Slytherin, como se esperaba. Genial, estaba feliz por ellas.

No mucho después de eso, escuchó: —Greengrass, Astoria — Se volvió hacia su mejor amiga y le sonrió asintiendo. Astoria le devolvió el gesto con entusiasmo y se apresuró hacia el sombrero.

¡SLYTHERIN! — llamó relativamente rápido. Ella le sonrió a su amiga. ¡Bien! Estarían juntas en Slytherin. "Apuesto a que a Daphne le disgustará" añadió como una ocurrencia tardía. Observó a su amiga caminar hacia la mesa de Slytherin y ser recibida por varias personas. Esa sería ella en unos minutos, tenía que serlo.

Estaban en "L" ahora, y —Lovegood, Luna — la bastante interesante rubia del tren fue clasificada en Ravenclaw. "Debería haber sabido que era una Lovegood", pensó. La disposición soñadora y el cabello rubio brillante eran una señal, pero el auto volador la había distraído un poco.

Estaba erguida ahora mientras Rogers, Tamsin caminaba hacia la mesa de Hufflepuff. Respiró hondo cuando —Rosier, Robyn — salió de la boca de la profesora McGonagall. No estaba segura de sí sus ojos le estaban jugando una mala pasada o si Dumbledore realmente se había sentado más derecho en su asiento. ¿Por ella? Estaba confundida, pero no tenía tiempo para pensar en ello.

"remilgada, apropiada, perfecta, Slytherin", cantó en su cabeza mientras se movía con cuidado hacia el taburete. Solo tuvo un momento para mirar a toda la escuela mirándola antes de que sus ojos fueran cubiertos por el sombrero. Era bastante pequeña para su edad, después de todo, y el sombrero era grande.

¡Otra Rosier! — escuchó una voz extraña en su cabeza. —Bueno, ustedes han estado en Slytherin por generaciones, ¿no es así? Del lado de su madre también, los Selwyn.

"¡Sí, Slytherin!" pensó ansiosamente. Ella quería que esto terminara rápido.

¡Ah, pero estamos aquí para clasificarte, no por tu familia, sino por las cualidades que más valoras! — dijo sabiamente.

"Pensé que eran las cualidades que tienes, no las cualidades que valoras", frunció el ceño.

Simplemente respondió: —Quizás.

"Bueno, ¿puedes seguir adelante? ¡Valoro la astucia, la ambición, el ingenio y ser un Slytherin!" si pudieras gritar en tu mente, eso era lo que estaba haciendo. Era muy consciente de los cientos de ojos que la observaban.

Sí, lo haces, en la superficie. Pero puedo ver tu verdadero yo — insistió el sombrero. —Inteligencia, aprendizaje, sabiduría, ingenio, creatividad, ¡sí, sí! Enorgullecerías a Rowena. También hay un coraje sin explotar en lo más profundo de ti, nobleza, pero eso vendrá más tarde, creo.

Ella recordó la descripción de su varita de madera en ese momento; valiente, audaz, abnegado, había dicho. De ninguna manera, esa nunca sería ella. Ahora se estaba enfadando con este sombrero. Y luego se enojó consigo misma por enojarse con un sombrero.

"¡No me importa! ¡Slytherin, Slytherin, Slytherin!" pensó con dureza. No se avergonzaría hablando en voz alta.

¿Me estás pidiendo que te coloque en Slytherin?

"¡Por supuesto que sí, estúpido sombrero!"

Así se hará — El sombrero guardó silencio, luego, —Me temo que yo- Fuerzas externas... Un bien mayor... Profecía... Así se hará...— susurró el sombrero en su mente, antes de gritar:

¡RAVENCLAW!

No le gustaban las malas palabras, una de las razones era que tenía once años y otra porque era una dama. Pero en este momento, todo lo que podía pensar era,

Mierda.

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Número de palabras: 1215

Agosto// Hermione Granger (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora