Agosto// Hermione Granger (Traducción)

Capítulo cincuenta y cinco

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Las chicas Ravenclaw se quedaron hasta tarde esa noche hablando sobre el Torneo y los campeones, un campeón en particular, por supuesto.

Harry Potter.

No eran solo ellas, toda la escuela estaba hablando de él, ya sea que estuvieran quejándose o simplemente teorizando sobre cómo superó la línea de edad establecida por el mismo Dumbledore.

Pero Robyn, todavía, no habló. Ella no teorizó. Ella no se quejó. Ella no dijo una palabra.

De hecho, los días inmediatamente posteriores a la tortura de Dylan en su nombre, a Robyn le costó incluso salir de la cama. El día adicional que habían pasado en casa, padre había estado inusualmente presente, no solo vigilando a Dylan, sino también a Robyn. Por lo tanto, había estado callada, pero aun así mantuvo una fachada.

Pero luego, después de regresar a Hogwarts y presenciar cómo el Cáliz de Fuego elegía a sus campeones, fue como si finalmente hubiera sucedido lo que realmente había asimilado, y ella estaba de vuelta en un estado catatónico, no solo sin querer hablar con nadie, sino incapaz de hacerlo.

También temía que, si iba a ver a Gunnar, lo recibiría con un Avada Kedavra por lo que había causado.

Luego, también estaba el hecho de que sabía que realmente estaba siendo observada lo que la hizo reacia a abandonar el santuario que era su cama.

Entonces, después de pasar dos días sin salir de dicho santuario, simplemente alegando que estaba enferma y molesta por la muerte de Bran, las Ravenclaw tomaron medidas.

Bueno, primero habían sido ellas quienes la estaban molestando para que se moviera. Luego consiguieron que una Prefecta lo intentara también. Aunque, eso fue infructuoso. Robyn apenas conocía a la niña y Penélope Clearwater no estaba disponible desde que terminó la escuela el año pasado. Luego, Olivia llamó a Dylan para que la ayudara (una Slytherin en la sala común de Ravenclaw era bastante controvertido, aunque una Gryffindor también lo había sido el mes pasado), pero Dylan, por supuesto, empeoró las cosas. No intencionalmente ni nada, porque ella no tenía idea. Pero Robyn lo sabía muy bien.

Cuando su propia hermana no pudo lograr que se moviera, las Ravenclaw dijeron que tendrían que tomar "medidas extremas"

—¡Rosie! Si no vas a clases hoy, uno, Flitwick traerá a Madame Pomfrey aquí ya que estás tan "enferma", y dos, traeremos a Hermione de vuelta, ya que te gusta mucho y ella puede hacer que hagas cosas...

Ella se disparó ante eso. —¡No!

—¡Ella está viva! — vitoreó a Willow.

—¡Willow! Mala elección de palabras cuando está de luto por alguien — siseó Lana en voz baja.

Cierto. Estaba de luto por Bran.

Willow se encogió de hombros —Eh... mi culpa. Como sea, si me permiten, iré a buscar a Hermione, eso es...

Robyn se quitó las sábanas y saltó de la cama. —No lo harás.

—¡Ven y detenme!

Willow corrió hacia la puerta, pero también lo hizo Robyn. Robyn terminó saltando furiosamente sobre su espalda en un esfuerzo por evitar que se fuera. Willow se agarró a las paredes tratando de empujarse hacia la puerta. Todo fue un poco desastroso.

Entonces, la puerta se abrió.

No era Hermione, gracias a Merlín. Eran Olivia y Luna.

—Esto parece divertido — observó Luna.