Agosto// Hermione Granger (Traducción)

Capítulo ochenta y ocho

CW: Discusión sobre la muerte y... bueno...

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Después de volar junto al río Támesis durante un rato, aterrizaron junto a un elegante edificio blanco justo al final de la calle del famoso reloj gigante (—Big Ben, — había comentado Hermione, a lo que Robyn obstinadamente no dijo nada). Desmontando del Thestral sin esperar a Hermione, Robyn trató de correr detrás de Harry hacia la cabina telefónica, pero alguien la sujetó por la cintura.

—Detente, — ordenó Hermione. Robyn se dio la vuelta para mirarla, pero en ese mismo momento un coche pasó a toda velocidad por la carretera y ella saltó asustada, lo que no la hacía parecer muy intimidante.

—¿Qué?— dijo ella, la voz temblando ligeramente aunque trató de ocultarlo.

Hermione le dirigió una mirada de complicidad y luego declaró: —No te vas a ir de mi lado esta noche, ¿entendido?

—Hermione , no soy un bebé.

—¿Entendido? — Hermione repitió seriamente.

Acobardada, Robyn dijo algo a regañadientes: —Entendido.

Hermione asintió satisfecha, sostuvo las mejillas de Robyn y la besó con firmeza allí mismo, en medio de la calle, justo cuando Ginny y Luna aterrizaban a su lado.

—Lo sabía, — dijo Ginny triunfalmente, sin ocultar su sonrisa mientras pasaba junto a las dos.

—Yo también, — dijo Luna simplemente, siguiéndola.

Robyn no podía encontrar en sí misma que le importara.

Entonces, continuó besando a Hermione como si no hubiera escuchado nada. No estaba contenta con Hermione por ser tan mandona con ella, pero estaban a punto de hacer algo peligroso. Preferiría que no estuvieran en malos términos... por si acaso algo sucedía.

Hermione luego tomó su mano para que pudieran cruzar la calle juntas, al igual que Brighton.

Y allí estaba la cabina telefónica, como en Brighton.

Bueno, no del todo, porque en este caso había cinco de ellos amontonados (tenían que hacer dos viajes), pero aún así, los recuerdos de usar la cabina telefónica en Brighton inundaron su mente. Llamó por teléfono a una persona completamente al azar y habló con ella sobre “El Rey León” Ella había sido tan feliz. Ese día, esa semana, había sido su día favorito, probablemente.

¿Este? Todavía no estaba segura de si este era su peor día; había tenido tantos, además, aún no había terminado. Sin embargo, hasta ahora, definitivamente estaba en la carrera.

Dioses. Tanto para “ella no podía esperar a que terminaran los exámenes”, tanto para “finalmente podían relajarse”

Si no. No esta pasando.

Robyn había estado en el Ministerio antes, varias veces. Ella y sus hermanos solían visitar de vez en cuando a uno de sus padres, pero ella nunca había estado en el Departamento de Misterios (no en persona, al menos). Pero ahora, aquí estaba ella. Aquí estaban todos en la habitación circular que había visto en la cosa del sueño.

Mientras miraba alrededor de la habitación completamente a oscuras, se dio cuenta con un sobresalto de que Harry tenía razón antes cuando dijo que había demasiada gente. Sus amigas no necesitaban estar aquí. ¿Cómo pudo haber sido tan descuidada, tan imprudente, para traerlas aquí? Esto era peligroso. Voldemort estaba potencialmente aquí. ¿Cómo podía ponerlas en esta situación? ¿Por qué no les había impedido venir?