Agosto// Hermione Granger (Traducción)

Capítulo ochenta y nueve

CW: igual que la última vez ;)

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Robyn se dio cuenta de inmediato de que solo tenía unos segundos para actuar antes de que ella y Willow fueran confrontadas por Rowle y su padre.

Trató de no maravillarse demasiado por el hecho de que no solo había viajado en el tiempo, sino que lo había hecho de una manera única. Porque no se parecía en nada a la vez que ella, Hermione y Harry habían salvado a Sirius y Buckbeak. Esto era diferente. No había dos versiones de ella... o tal vez las había, y más bien había sido arrojada a un universo alternativo... Solo Merlín lo sabe, honestamente. Todo lo que sabía era que el giratiempo gigante era diferente de otros giratiempos, y ahora estaba, ¿cuánto, como, diez minutos en el pasado? ¿Había sucedido todo eso en menos de diez minutos?

Realmente le vendría bien un respiro.

Pero no. Tenía que actuar ahora, y esta vez, no se apartaría del lado de Hermione. Pero ella tenía que llegar allí primero.

Así que, a ciegas, lanzó Desmaius en la dirección que sabía que aparecerían su padre y Rowle, luego agarró el brazo de Willow y lo jalo hacia la fila noventa y siete.

 —Whoa, ¿qué? ¡Por qué estamos corriendo! — Willow exclamó, tratando de seguir el ritmo. —¡Quería mirar eso!

 —¡No! — Robyn exclamó de vuelta. Arrastró a Willow a lo largo de la fila y un poco por el pasillo, donde tropezaron con Hermione, que parecía furiosa.

 —¿Qué estabas haciendo, huyendo así? Quiero decir, en serio. Me pregunto qué pasa por tu cabeza a veces...

 —Hermione- están aquí- tenemos que irnos...

—¿Qué? — Hermione y Willow dijeron simultáneamente.

Ella los ignoró a favor de alertar a los demás. —¡Harry! Todos, rápido, vamos...

 —¡Espera, Harry, no creo que debas tocarlo! — Hermione dijo de repente, volviendo a donde estaban los demás por la profecía. Por supuesto, ninguno de ellos sabía que era una profecía.

 —Tiene mi nombre, — respondió Harry, y desde donde ella estaba, Robyn lo vio cerrar los dedos alrededor de la superficie de la bola polvorienta.

 —¡Espera!, — gritó, lanzándose hacia adelante para detenerlo, pero tanto Hermione como Willow la sostuvieron.

 —Oh, por favor, Harry- Robyn, ¿qué pasa? — preguntó Hermione, mirando frenéticamente entre los dos. Sujetó a Robyn por la cintura y trató de hacer que se calmara, pero no funcionó porque Robyn sabía, más o menos, lo que iba a pasar, o lo que podría pasar.

 —Mortífagos — respiró ella.

 —Tiene razón, señorita Rosier , — dijo una voz suave detrás de ella. Sonaba como Draco, pero sabía que no lo era. No, era Lucius Malfoy. —Muy bien, Potter — continuó mientras todos se abalanzaban hacia él. —Ahora ven hacia mí, lentamente, y dame eso.

Y en un abrir y cerrar de ojos, estaban rodeados.

Robyn inmediatamente retrocedió, empujando a Hermione y Willow detrás de ella, quienes habían jadeado horrorizadas.

 —Oh, Dios mío, está sucediendo, oh, Dios mío, está sucediendo, — repitió Willow en voz baja, y siguió retrocediendo mientras Robyn le daba un codazo.

—Y tú, Robyn, ven conmigo, — instruyó Malfoy, señalando hacia sí mismo.

Robyn pudo sentir que el agarre de Hermione sobre ella se tensaba aún más, pero se sacudió, no queriendo poner a prueba a los mortífagos. Dio un paso adelante lentamente, mirando hacia atrás solo por un segundo para sacudir la cabeza casi imperceptiblemente hacia los demás. Ellos le devolvieron la mirada, congelados.