Agosto// Hermione Granger (Traducción)

Capítulo cincuenta y dos

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Dos cosas extrañas sucedieron camino al desayuno al día siguiente.

En primer lugar, cuando estaba a punto de entrar al Gran Comedor, fue detenida cuando una chica que salía, quien pensó que podría ser Lavender Brown, jadeó ruidosamente y se interpuso en su camino.

Retrocedió, sorprendida, confundida y cansada, todo a la vez. Era demasiado pronto para esto.

—De ninguna manera — susurró Lavender mientras su mandíbula casi tocaba el suelo.

—¿Qué? — espetó Robyn.

Pero Lavender no le dijo qué. En cambio, se apresuró a regresar al Gran Comedor hacia la mesa de Gryffindor.

Robyn se quedó en su lugar con el ceño fruncido, porque eso era muy extraño.

En segundo lugar, después de que se orientó y comenzó a caminar hacia el Gran Comedor ella misma, Gunnar Rowle la obligó a retroceder.

Terminó apoyándose contra la pared mientras él se paraba con aire de suficiencia frente a ella. Sintiéndose amenazada por su mera presencia, miró a su alrededor en busca de ayuda, pero no había nadie. Fue alrededor de la mitad del desayuno; la mayoría de la gente ya había llegado y tampoco se iría hasta que sonara la campana.

—¿Qué quería esa chica de ti? — finalmente dijo.

—¿Qué quieres de mí? — ella replicó.

—Está bien, está bien — se encogió de hombros casualmente. —Solo pensé en hacerte saber, ya que soy un tipo decente y todo eso, soy Ojos.

¿Eh?

—No tengo idea de lo que eso significa.

Parecía decepcionado, sacudiendo la cabeza como si ella fuera una idiota. —Yo soy Ojos.

—Tú eres Ojos.

—Yo soy Ojos.

—Está bien.

—¿Lo entiendes?

—No.

Extendió la mano con frustración, y ella habría retrocedido si no estuviera ya contra la pared.

—¡Tu padre me ha dado la tarea más importante de asegurarme de que no te metas en problemas este año! ¡Soy Ojos, él tiene Ojos en todas partes! Obviamente, tonta.

Grosero.

Y... oh.

Continuó con su monólogo, —No puedo pensar por qué... ¡oh! Tal vez porque pasas tu tiempo libre leyendo mierda muggle.

—Eso fue- eso fue una vez — se defendió débilmente. En realidad, había hecho mucho más que leer "mierda muggle."

—De cualquier manera, todavía no confía en ti. ¿En quién confía? En mí, en su yerno.

Trató de no tener arcadas. —Eso es presuntuoso de tu parte.

Él ignoró eso. —Probablemente te estés preguntando por qué te lo dije.

No, en realidad no. Claramente estaba haciendo un movimiento de poder. Es decir, ahora que sabía que él la estaba observando, estaría asustada y ansiosa cada vez que él estuviera cerca. Y lo disfrutaría, porque es malvado. Pero él no le diría eso, por supuesto.

Ella decidió morder el anzuelo, de todos modos. —Continua.

—Es porque soy un tipo decente — Absolutamente. —Sin embargo, no te diré quiénes son los otros Ojos.