Agosto// Hermione Granger (Traducción)

Capítulo veintisiete

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1 de septiembre de 1993

Robyn se sentó mirando por la ventana de su compartimiento en el tren reflexionando sobre el hecho de que ya había pasado un año desde que comenzó Hogwarts. ¿Cómo había ido tan rápido?

Daphne había tenido razón esa vez; pueden pasar muchas cosas en un año.

Giró la cabeza hacia un lado justo a tiempo para ver pasar a Neville. Se levantó y murmuró algo sobre volver más tarde con Astoria y las demás. Annie y Violet se habían unido a ellas y a las gemelas una vez más. Tenía la sensación de que ahora las dos se convertirían en compañeras habituales. Ella no estaba emocionada, pero bueno.

—¡Neville! Hola, — lo llamó. Se detuvo y se giró hacia ella.

—Oh, hola, Robyn. ¿Cómo estás? — preguntó amablemente y comenzó a caminar de nuevo.

—¿Yo? — ella se rió y siguió su ritmo. —¿Cómo estás? Tú eres el que fue acosado por los duendes.

Se puso rojo. —Eso- eso no fue nada. No es gran cosa. De verdad. No vale la pena recordarlo.

Ella sonrió, —¿De qué estábamos hablando otra vez?

Él le devolvió la sonrisa, pero miró a su alrededor cuando el tren comenzó a reducir la velocidad de repente.

Ella también miró a su alrededor, confundida. —Aún no hemos llegado, ¿verdad? — se movió para mirar por la ventana, pero no pudo ver mucho. —Está tan nublado y...— las luces se apagaron de repente, —oscuro — terminó, sintiéndose un poco inquieta.

—Eh...— Neville también sonaba intranquilo. La agarró del brazo y la empujó hacia el compartimiento más cercano.

—¡Neville! — exclamó mientras tropezaba con los pies de personas que no podía ver. —¡No me empujes!

—¡Lo siento! ¡Solo estoy nervioso! — dijo mientras él también tropezaba en el compartimiento.

—¿Neville? — preguntó una voz.

—¿Harry? ¿Eres tú? ¿Qué está pasando?

—¡Ni idea! Siéntate, — respondió Harry, Potter, supuso.

Hubo un silbido cuando Neville se sentó en... algo.

—¡Lo siento! — chilló. Luego, —¡Robyn, siéntate!

—¿Espera, Robyn? ¿Rosier? — habló otra voz. Ella no podía decir quién era.

—¿Quién pregunta? — Ella se preguntó.

—Ron. ¡Sal de nuestro compartimiento! — espetó el chico.

—¿Ron qué? — ella preguntó. Ella sabía, por supuesto, que era el chico Weasley. Pero también sabía que lo irritaría si él la conocía, pero ella no lo conocía a él.

—¡Weasley! — espetó de nuevo.

—Nunca he oído hablar de él — se encogió de hombros mientras permanecía de pie en la oscuridad y trataba de no reírse. Ella lo escuchó burlarse con enojo.

—Siéntate, Robyn — dijo una chica en voz baja a su derecha.

—¿Y quién eres? — preguntó de nuevo.

—Hermione.

—No conozco a nadie llamada Hermione.

—¿Qué hay de Morgana?