Capitulo 6

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Adele

Terminaba de empacar en unas bandejas de plástico unos dulces de manzana que preparé para que Alison llevara de regreso a casa, tenía que regresar pues sus actividades empezaban mañana. Intenté acomodar mis horarios para llevarla a la escuela a sus clases de gimnasia pero no pude, desde mañana debía dedicarme a los conciertos y mi tiempo sería limitado, haciéndome sentir pésimo porque todo lo que quería era tener a mis hijos de prioridad y no hacerlos a un lado como antes.

-¿Vienes hoy?
-No amor, me quedaré en casa con mi hijo.
-Oh, está bien, te extrañaré mucho hoy. -dije al teléfono hablando con Ricardo caminando a la sala dejando la lonchera.
-Y yo a ti. ¿Que harás esta noche? ¿Vas a salir?
-Si, debo llevar a Alison a su casa, mañana tiene actividades escolares y deportivas, no se puede quedar.
-Entiendo, amor, pero está bien, podrán compartir más tiempo después. ¿Que te parece si nos venimos todos al yate el fin de semana? Puede que le guste el mar.
-Es una bonita idea, se la planteare. -dije animada. -Te amo, disfruta con el niño, mándale saludos de mi parte.
-También te amo, saludos a los niños, nos vemos pronto.

Tan pronto terminó la llamada los niños aparecieron, Angelo y Lyanna caminando con Titano a su lado, Alison llevaba sus pertenencias. Puse todo mis esfuerzos en no llorar y lo logré en la medida de lo posible camino a casa de Amy. Con Alison a bordo la entrada a casa no tuvo ninguna interrupción, bajando del auto me quité las gafas para observar con claridad, a lo lejos escuchamos una canción que provenía detrás de la casa, miré a Alison quien se encogió de hombros caminando a lo que deduje era el jardín de la casa.

-Yo conozco esa voz. -caminé detrás de Alison. -Lyanna, Angelo tomen mi mano.

A mi lado caminaron cruzando un pequeño puente que llevaba al jardín de la casa donde ví el más grande cultivo de rosas rojas que jamás había visto, a lo lejos se veían como puntos rojos, mientras de cerca el color de cada rosa y el olor te invadían por completo. Salí de mi encanto percatandome de que algo pasaba y fue cuando ví las cámaras de grabación, los toldos, junto con la canción que provenía de ese pequeño grupo. Caminé más allá viendo entre las cámaras y las personas que grababan y asistían, mi vista se encontró con ella: Miranda caminaba descalza entre el cultivo de rosas, descalza. Recordé esa canción, la cantó por primera vez en el evento del lanzamiento de Amy.
Me quedé en una esquina al pie de un árbol observando la escena como actuaba frente a la cámara: Desprendía seriedad, seguridad, con un poco de seriedad. Podía representar esta canción una parte de ella y todo lo que quería lejos, tan lejos que medidas eran insuficientes.

-¡Última toma! ¡Todos en silencio!

Reconocí a una de las señoras que se apoyaba del brazo de un niño muy alto con el mismo rostro de Miranda, era su madre y el chico su hermano por lo que deduje.
Me quedé observando la última parte de la grabación viendo de reojo la escena en la pantalla del director.

-No los esperé tan temprano. -me giré viendo a Amy detrás de mi junto con Alison. -Hola Adele, hola pequeñitos.

-Hola Amy.

-¿Pasamos a casa? Acá están un poco ocupados.

-Si, claro.

Hizo un poco de ruido en mi cabeza esta situación y recordé la última vez que ví a Miranda cercana a Amy. No hallaba una conexión entre ellas que fuera tan fuerte para que una persona como esta congresista le permitiera usar su propiedad para una grabación siendo expuesta una parte de su vida privada o quizás soy solo yo que me privó de tantas cosas que esto me parece descabellado.
Entré a casa de Amy con los niños sin dar paso a la comodidad, era un poco tarde y debía volver a casa.

-Este fin de semana viajaremos los niños y mi prometido en yate, quiero que Alison venga conmigo.

-¿ quieres ir? -preguntó Amy a Alison.

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