Capítulo 17

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—¡Mirandaaaa!

Adele sin pensarlo, sin importarle las balas que todavía corrían por el lugar salió debajo de la mesa tomando a Miranda. La respiración se le cortó viendo el charco de sangre a su lado, en medio de eso, con el corazón en la mano la levantó por el torso volviendo arrastrandola por el suelo, se dejó tumbar con Miranda en brazos, su llanto y miedo no la dejaban respirar lo que le dificultaba pensar qué hacer.

—¡Miranda dime algo! ¡Miranda hablameee!—aterrada miraba a los lados abrazandola y protegiendo a Alison que quedó a sus espaldas, sumergida en el llanto que le producia el miedo por todo lo que pasaba.

Adele pensaba a toda prisa qué hacer, luchando por no colapsar, tenía las manos empapadas de sangre, toda de Miranda quien palidecia con rapidez sobre las piernas de Adele. Forzando su mente a pensar con claridad buscó la herida de Miranda buscando por todos lados, viendo que la sangre salia de su brazo izquierdo a la altura del hombro.

—¡Mami ponle mi suéter para que no se desangre! —dijo Alison quitándoselo con rapidez temblando al igual que Adele.

Haciendo un nudo en su brazo Adele pudo detener el sangrado. Se acomodó abrazando el rostro de Miranda dejando caer sus lágrimas sobre las mejillas de ella, sintiendo una desesperación enorme en su interior que no la dejaba respirar. Recogió sus piernas envolviendola completamente en sus brazos, escuchaba su respiración pero eso no le era suficiente para estar tranquila. Desesperada rogaba que todo se detuviera, todavía la sangre salia por los bordes del nudo que Adele hizo en su brazo, puso su mano ejerciendo presión reduciendo la salida de sangre. Sus súplicas después de unos minutos parecieron ser escuchadas cuando los disparos cesaron, luego el estruendo de la puerta del restaurant las hizo sobresaltar, poniendolas al borde de un colapso.

—¡Policía de Londres! ¡Todo el mundo con las manos en alto! —gritó una voz masculina, Alison por debajo del mantel de la mesa vió a los policías entrar.

—¡Ayuda! ¡Ayuda! —Alison reaccionó saliendo debajo de la mesa con las manos en alto, llena de nervios. —¡Hirieron a mamá Miranda! ¡Está herida!

La policía con ayuda de la linterna observaron a Alison, percatandose de que era una adolescente, vestida con el uniforme de su escuela, temblando del miedo y con la cara llena de lágrimas, sin reconocerla. Los agentes bajaron el arma dejando de apuntarla lo que calmó un poco sus nervios, avanzando con cuidado, vieron a Adele intentar ponerse de pie con Miranda en brazos, pero el llanto y el miedo le bloqueaban las fuerzas, le dió paso a uno de los oficiales que en sus brazos sacó a Miranda llevándola a la ambulancia, así como también a Jedidiah que seguía incosciente.

Adele abrazó a Alison quedándose en una esquina esperando su turno para salir. Caminando a la salida con rapidez uno de los oficiales detuvo a Alison por el hombro haciendo que Adele se detuviera.

—¿Alison Adams? —preguntó el hombre.

—Emmm si, soy... soy yo. —Alison vió a Adele con miedo.

—¿Y usted es?

—Adele Adkins, su madre. —Adele abrazó a Alison contra su cuerpo, respuesta que generó confusión en el oficial.

—Alison Adams. ¿Tu madre acaso no es Amy Adams? ¿La congresista? —el oficial las llevó al final de las escaleras, Alison buscó la mirada de Adele sin saber qué responder, miró al oficial bajando la mirada.

—¿Pasa algo con eso? —preguntó Adele sorbiendo su nariz, buscando ver más allá de la ambulancia dónde atendían a Miranda.

—Lo que pasó hoy aquí, tiene que ver con la hija de la congresista, si ella está aquí, es porque es ella. —dijo el oficial viendola con detenimiento. —No se alejen, quiero hablar con usted, si es la persona a cargo del cuidado de la chica.

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