Una noticia

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Había pasado una semana desde que nos mudamos, mi amigo me había dado una tremenda reprimida por no haber contestado sus llamadas, ahora vendría de visita el próximo fin de semana.

La relación con mis compañeros de clase no había cambiado mucho, no les agradaba la camaradería que mantenía con Petrov.

Los encuentros con la metal family iban en aumento hasta que una tarde de domingo mi madre me hablo.

-Se que has estado yendo a la tumba de tu hermano.

-Si, es verdad-conteste dejando de lado mis estudios-Se que será un problema si la abuela se llegara a enterar-pensé. 

-¿Aun lo extrañas?.

-¿Usted no?

Mi madre sonrió tristemente-claro que si, mi hija.

Abrace a mi madre, finas lagrimas resbalaban por sus mejillas.

-Bueno, basta de lagrimas. Estoy aquí para decirte que a partir de mañana iras a la casa de Glam, el dará continuidad a tus clases de música.

-Claro madre-conteste con una sonrisa falsa.

-Ay! que hija tan obediente tengo yo-exclamo mi madre mientras acariciaba mi cabeza como si fuera un cachorro.

Sonreí ligeramente hasta que ella salió de la habitación, entonces me desplome en mi cama con la mirada en el techo.

Esto será un problema, un fastidio-pensaba mientras jugaba con mi navaja.

A la mañana siguiente partí a la universidad, esta vez tome el trasporte pues el sol era abrazador a pesar de ser aun de mañana. Pague mi pasaje y me senté junto a la ventana. Me puse los audífonos y reproduce una canción de Linkin Park, no quería saber nada de mi alrededor, estaba frustrada por la noticia de mi madre.

No quiero volver a tocar ningún instrumento-pensé el recordar la muerte de mi hermano.

Alce la vista una vez que toque el boto de la parada, entonces mire a Dee, tenia puestos los audífonos inalámbricos y estaba entretenido con el celular, una luz dorada lo cubrió por unos segundos.

Espera ¿estoy babeando por el?-me pregunte-ja! imposible, el amor es un fastidio y... y no tengo mas argumentos pero es un fastidio.

Para bajar del bus debía pasar junto a el, no le di importancia-no es como que sienta algo por el-pensé.

Me coloque a su lado, entonces el bus freno de golpe, para evitar caer de cara me agarre del tubo que estaba a mi costado.

Este señor maneja terrible-gruñí apretando el tubo.

-Oye, ya suéltame.

Casi me rompo el cuello al darme cuenta que era Dee, mi mano apretaba la suya sobre el tuvo.

Sentí mis mejillas arder-disculpa-conteste bajándome del bus.

Que pena, que pena-entonces me detuve en seco-¿por que estoy huyendo? no es como que lo haya hecho a propósito, además ya me disculpe-pensé una vez que recupere la compostura.

Estaba por cruzar la calle cuando un auto pasa a toda velocidad. Entonces Dee jalo de mi mochila.

-Eres un dolor de cabeza, si que tienes ganas de morir-dijo.

-No le temo, no la busco pero tampoco le huyo-conteste con una sonrisa retadora.

Dee me miro sorprendido por unos instantes-deberías ver a un psiquiatra-dijo mientras cruzábamos la calle.

-Y tu deberías soltarme de una vez-conteste.

Inmediatamente soltó de golpe mi mochila- lo digo enserio-dijo sin mirarme.

Mátame, sáname: que tonteríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora