Me prepare para ir a la universidad.
Esta vez llevaba spray de pimienta, no debía dejar ni una herida visible al agresor o tendría que responder ante un juez-que fastidio pero es necesario-susurre.
Termine de alistarme y baje a desayunar con mis padres.
-Querido, ¿adivina a quien me encontré ayer en el supermercado?-pregunto mi madre a mi padre.
-No lo sé querida-respondió mi padre con obviedad.
-A Glam-contesto mi madre.
-¿En serio?-pregunto incrédulo mi padre.
-Sí, los invite a cenar una carne asado hoy por la tarde-respondió mi madre.
-Bien, tiene tiempo que no veo a esos dos-contesto mi padre.
-Termine, ya me voy-avise levantándome de la mesa.
-Claro, ve con cuidado hija-dijo mi padre.
-Por supuesto, padre-conteste con una sonrisa.
-Por cierto, hija, no vayas a llegar tarde para la cena, saliendo de la escuela ven directo a casa, voy a necesitar tu ayuda-aviso mi madre.
-Sí, madre-conteste antes de cerrar la puerta de madera gruesa tras mi salida.
Mire al cielo-otro día más-pensé envidiando las nubes.
Me coloque los audífonos y emprendí mi camino a la universidad. No deseaba encontrarme de nuevo con los matones de ayer así que camine por el otro laso de la calle-seguro buscarían revancha, se las daré, pero no hoy-pensé con las manos en los bolsillos.
Al pasar cerca del parque escuche el chillido de un minino, me detuve a observar, de entre unos matorrales salió un minino negro con ojos verdes, no tenía más de un par de mes, su estatura era muy pequeña.
El minino se acercó y restregó en mi pierna.
-Eres lindo-comente acariciándolo.
Comencé a jugar con él, hasta que escuche su pancita rugir, recordé que había tomado una lechita de casa, se la serví en un plato hecho de origami, entonces comenzó a beber con su diminuta lengua.
Sentí que alguien me observaba, mire a ambos lados pero no vi a nadie, entonces un mensaje llego a mi celular.
-Animo con tu segundo día Ross, por cierto, ¿Qué carrera escogiste?-era de León.
Cierto, no le he dicho, seguro se molestara cuando le diga qué carrera elegí-hice una pausa-¡ñee!, le contestare después de la universidad... ¿La universidad? ¡¡¡Rayos la universidad!!!-pensé mientras me levantaba y comenzaba a correr.
Salí corriendo del parque, las botas militares bajo mi falda larga me permitían correr sin problemas. Salte varios obstáculos pequeños antes de llegar, extrañamente esta universidad tenia portón a diferencia del resto, estaba por cerrarlo pero alcance a cruzar.
El profesor de administración iba delante de mí.
Seguro podría entrar a hurtadillas-pensé.
Entre tras el sin problema.
-¿Qué crees que haces Volkova?-me delato la compañera que ignore ayer.
Entonces hice la finta de que iba de salida del salón.
-¿A dónde va señorita?-pregunto el catedrático.
-Bueno, yo...
-Regrese a su asiento, la clase está a punto de comenzar-ordeno el profesor.
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Mátame, sáname: que tontería
FanfictionVida nueva, escuela nueva, gente nueva, una vida llena de felicidad... Que tontería Enamorarme del rockero del salón nunca fue mi intención. Que fastidio son los sentimientos. Dee es el chico mas sobresaliente de toda la universidad. Cómo si mis pro...