Soleado

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*Aliona*

Salí del hospital con una gran sonrisa, había hecho las paces con mi única amiga-estoy feliz-murmure. Mire al cielo- ¿el sol siempre ha sido así de hermoso?-la luz era cálida y reconfortante.

Entonces me cruce con la mirada de Dee-¿Qué miras?-le pregunte directa.

-No, no nada-contesto carraspeando su garganta mientras rascaba su nuca.

-¿Estas sonrojado?-le pregunte al ver sus mejillas coloradas-¿O enfermo?-puse mi mano en su frente, él la alejo de un manotazo suave.

-No debes tocas a las personas sin su consentimiento-contesto sin mirarme a la cara-eso... tienes que pedir el consentimiento de la otra persona para...

Entonces me acerque más a él, rompiendo la distancia entre los dos.

-¿Enserio te encuentras bien?-volví a preguntar mientras clavaba mi vista en sus ojos azules.

-Sígueme mirando así y te besa...

-¡ALIONA!-el grito a mis espaldas me hizo voltear.

Era mi querido amigo Leon, me saludaba desde su auto.

No pude evitar que mi corazón se agitara-calmada, calmada-pensaba mientras lo saludaba.

Estaciono su auto y camino directamente hacia mí. Estaba vestido de civil, es decir, traía sus pantalones rectos color negro, playera negra y sus inseparables audífonos, además, tenía cabello pelirrojo algo alborotado, y unas finas ojeras adornaban la parte de debajo de sus ojos.

No ha dormido mucho-pensé-pobre, seguro el caso que tiene esta muy pesado. Me compadezco, pagare mis impuestos puntualmente-pensé dramática.

-¿Te encuentras bien?, ¿Qué haces en el hospital?, ¿Estas herida?-pregunto de golpe mientras me tomaba por los hombros-espera, no habrás internado a alguien ¿verdad?

-Ahh, bueno yo... avente a una amiga por el hombro esta mañana y ahora está internada-conteste nerviosa-pero fue un accidente, ya me disculpe y no es nada grave en el sentido de alguna venganza o resentimiento, al contrario conozco a sus hermanos y aclaramos todo.

-Calmada, te creo conejito-dijo poniendo su manos sobre mi cabeza.

Es ese momento me quede en blanco por unos instantes.

-Qué bueno que te encuentro, dejaste tu cartera en la habitación-dijo Andreu socorrista frente a mí.

-Ah, gracias-reí nerviosa-¿Cuándo llego?-pensé.

Entonces Leon carraspeo.

-Oh, lo siento. El es el hermano mayor de Nina, mi amiga que esta hospitalizada por mi culpa, y Adreu, el es mi amigo Leon es amigo de mi familia desde la infancia-decía mientras se me trababa la lengua.

-Un placer-contesto Adreu.

-Igual-contesto Leon estrechando su mano-socorrista-comento mi amigo.

-Detective-contesto Adreu.

¿Ya se conocían?-me pregunte al ver sus semblantes.

La mirada de Dee era de decepción y disgusto-¿se encuentra bien? CLARO QUE NO, lo ignore tan solo llego Leon, soy una pésima amiga-pensé. Estaba por hablarle cuando Leon se adelanta.

-Veo que sigues soportando a mi conejito, niño metalero-saludo mordaz Leon.

Entonces la mirada de Leon se ensombreció, mire a la dirección en que el miraba y apareció Petrov saliendo del hospital, estaba por llamarlo cuando Leon toma la iniciativa.

-Deberíamos irnos ahora-dijo de pronto jalándome del brazo.

-¿Qué?-exclame deteniéndome.

-Necesito que me ayudes a encontrar departamento, pero hoy me quedare en tu casa así que...

-Detén tu bote niño-conteste en seco-yo tengo cosa que hacer, así quieres ir a mi casa adelante, conoces el camino. ¿Qué rayos te pico?-murmure-nos vemos luego-le dije a Andreu. Mire a Dee y comenzamos a caminar juntos.

-¿Estas enojada?-pregunto Dee.

-Sí, pero no contigo-conteste mientras caminaba rápido.

Entonces rió.

-¿Te da risa mi enojo?-gruñí lista para pelear.

-No-contesto limpiando una lágrima- es la primera vez que te veo molesta y me parece tierno.

-¡¿Quién eres y donde dejaste a mi amigo?!-exclame de pronto.

Dee rodo los ojos.

-Es broma amigo, no te molestes es solo que, agk es que me diste escalofríos-conteste dándole un golpe en el hombro.

-Hazte para allá, me pegaras alguna infección-contesto devolviéndome el golpe ligeramente.

-Mira ahí-dije tomándolo del cuello y agachándolo a mi nivel-¿ves eso?-señale un puesto.

-¿Los algodones?

-SI, vamos por dos-conteste mientras buscaba mi cartera-tonta, la tengo en la mano-pensé.

-A mí no me gusta

-¿Quién dijo que eran para ti?-le enseñe la lengua antes de salir corriendo.

***

Hola. ¿Cómo están?... Me di una escapada en medio de mi clase en la universidad y aquí les subo otro capitulo. 

Gracias por leer. 

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Mátame, sáname: que tonteríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora