Mátame, sáname: que tontería

Confesión indirecta

*Aliona*

Me dieron de alta una semana después del incidente. Ya habían pasado dos meses. Estaba en mi casa, mirando por la ventana, los rayos calidos que anunciaban la llegada de la primavera eran cada vez más frecuentes.

Cada año es igual desde que perdí a mi hermano... el invierno se va y llega la primavera pero... ¿Hasta cuando el invierno vivirá en mi?-últimamente mis pensamientos eran grises y llenos de nostalgia. 

Después del accidente la recuperación ha sido lenta. Nina viene cada dia después de la universidad con las notas del día a día-es buena enseñando, sera una gran educadora si asi se lo propone-pense mientras la escuchaba recitarme los deberes de hoy.

-¿Si estas poniendo atención Aliona?-me pregunto con su dulce voz que ultimamente parecia esconder algo.

-Claro-conteste mirandola a los ojos.

-Ya no me ponen nerviosa tus ojos amiga, ni los de nadie-contesto orgullosa.

-Eso es genial, señal de que estas confiando cada vez más en ti-conteste con una sonrisa.

-Oye-susurro sentandose a mi lado-escuche que el detective viene a diario-dijo pícara.

-¿Qué ocurre con ese tono? aléjate pervertidora de menores-conteste empujandola de la cama.

-Ya enserio, ¿No hay nada entre ustedes dos?-pregunto tocando sus dedos índices entre si.

-Claro que sí, es el mejor amigo de mi fallecido hermano y es mi amigo de la infancia...

Nina arremedo el final-... pareces disco rayado. Pregunto si tienes sentimientos románticos por él...

-¡Oh! Te refieres a eso-dude un poco antes de contestar.

-Oh vamos, no me digas que no los tienes, solo mira tu cara, le está subiendo el rubor-dijo acercándose, tomo mis manos entre las suyas-confiesa de una vez ¿Sientes algo por el detective León o no?.

-No debí enseñarte persistencia-conteste sarcástica mientras desviaba la mirada-sí, los tengo.

-¿Desde cuándo?-pregunto sorprendida.

-Desde la primera vez que lo mire, nunca dije nada porque no es correcto... El no me ve así...

-¿No te ve así? Mija, abre los ojos, ha venido cada día desde que saliste del hospital.

-Porque para él solo soy la hermana pequeña de su mejor amigo, a la cuál cuida debido a un juramento que hizo ante la tumba donde yace enterrado su amigo.

-Sí que es una relación complicada-se militó a contestar-¿Por qué no le dices tus sentimientos?

-Estas loca-conteste apenada.

-El próximo fin de semana es libre, habrá un evento de juegos mecánicos en el parque por Honor a la Primavera. Ese será el momento perfecto-sugirio.

Entonces la puerta se abrió. Tenía la esperanza de que fuera León pero era Dee, mi corazón se agito de golpe, provocado un ataque de tos.

Dee se acercó y me dio de beber-eres tonta-dijo molesto-¡¿Que parte de evita toser para que no se abra la herida no entendiste?!-alzo la voz.

Quería alegar pero me faltaba aire debido a que mi corazón golpeaba mi pecho. Lo único que pude pronunciar fue-lo siento...

¡Rayos mi orgullo!

*León*

La alarma de mi reloj sonó-es tiempo de ver a Roshela-pense cerrando mi portátil-conejito, conejito-tarareaba en mi mente.

-Ultimamente eres puntual a tu hora de salida-dijo una mujer.

Asentí con la cabeza.

-Oh vamos, ¿Cuándo me invitas a un café?-se quejo la fiscal-me desvelo intentando demostrar la inocencia de tu amiguita y tú solo me ignoras.

-Aun día de estos-le conteste mientras le guiñaba un ojo.

La mujer hizo un ademán enfadado-¿Tienes mi número? O ¿Al menos sabes cómo me llamo?-se quejo la mujer.

-Eres Ágata Strong, y sí, tengo tu número-conteste antes de salir de la oficina.

Que mujer tan molesta-pense mientras manejaba a la casa de mi niña.

El tráfico era fluido así que no tarde mucho en llegar-es una suerte que la casa esté en una zona céntrica-pensaba al divisar la chimenea de la casa Volkova.

Estacione mi auto frente a la casa, baje y camine al portón de metal recién pintado. Toque el timbre.

-¿Quién es?-pregunto la Sra.Volkova.

-Soy Leon-conteste.

-Enseguida voy-dijo la mujer con voz animada. Salió a los pocos minutos-Niño, ya te he dicho que no necesitas llamar al tiembre, ya eres como parte de esta familia.

-Los olvide, perdón-me disculpe.

-Vamos entra, Aliona está en su habitación junto con Nina-infomo la Sra. Volkova.

-Gracias...

-Cierto, casi lo olvido. ¿Puedes llevarles esto arriba?-pidio entregándome una charola con fruta picada y bebidas.

-Desde luego-conteste.

Subí las escaleras, al girar el pasillo, frente a la puerta de la habitación de Aliona me tope con el rockero.

Nos miramos por unos instantes-¿Por qué no entra?-pense.

"-Claro que sí, es el mejor amigo de mi fallecido hermano y es mi amigo de la infancia...-dijo Aliona.

-Es mi amigo de la infancia. Pareces disco rayado. Pregunto si tienes sentimientos románticos por él...-dijo Nina.

-¡Oh! Te refieres a eso...

-Oh vamos, no me digas que no los tienes, solo mira tu cara, le está subiendo el rubor. Confiesa de una vez ¿Sientes algo por el detective León o no?

-No debí enseñarte persistencia. Sí, los tengo.

-¿Desde cuándo?

-Desde la primera vez que lo mire..."

Sentí un brinco de felicidad en mi estómago ante tales palabras pero inmediatamente me arrepienti. Por primera vez en mi vida desee no haber escuchado la hermosa voz de Aliona.

Le entregué la charola al rockero, lo escuché decir algo, más no le preste atención. Salí de la casa Volkova, entre a mi auto y conduje sin rumbo. Las palabras de Aliona resonaban en mi mente.

Entonces llame a la fiscal.

-Diga-contesto del otro lado.

-¿Aún quieres ir por un café?-le pregunte.

-¿A qué debo el repentino cambio de parecer?

-Creo que te debo una, y yo odio deber-conteste frío.

-Igual que yo...

-¿Tienes tiempo?

-¿Cuándo?

-Ahora

***

Gracias por leer.
No olviden votar y hacer sus comentarios. :3