Feria

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*Aliona*

Después de regresar de una caminata con Heavy tome una ducha larga, el agua tibia resbalada por mi cuerpo relajando a su vez mis músculos. Salí de la duche y me mire frente al espejo, la herida había dejado una cicatriz en mi abdomen-que bueno que no soy de usar trajes de baño-pensé mientras miraba la línea rojiza.

-Confesar mis sentimientos ¿eh?-susurre mientras miraba las cicatrices en mis brazos. Sonreí al recordar cuando Leon las descubrió por primera vez, se había molestado tanto que le exigió a mis padre que me cambiaran de maestro de música-siempre ha estado ahí para mí-pensé.

La alarma sonó, la había puesto para recordarme de la salida a la feria. Me cambia con un conjunto sencillo, me coloque una playera blanca, una falda de mezclilla que llegaba a media pantorrilla y unos tenis blancos, como toque final me puse una chaqueta negra de cuerpo y ate mi cabello en una trenza francesa.

-Iré lo más cómoda posible-me dije satisfecha frente al espejo.

Para cuando salí de mi casa, Nina ya me estaba esperando, con Heavy en el asiento del copiloto y su hermano Dmitry frente al volante.

-Recogiendo a una chica que va en camino a divertirse después de dos meses de ser apuñalada-dijo Heavy.

-Nunca pensé que sería el chofer de una chica hormonal que justo el día de hoy va a declarar sus sentimientos-contesto seco el paramédico.

-Muy chistosos los dos, mejor cállate y conduce-dijo Nina.

-Qué carácter mujer-le dije burlona y un tanto sorprendida-calmada-le sonreí.

-Apenas lograste sobrevivir y estos sinvergüenzas ya te traen de un ala-contesto con carácter.

Eh creado un mostruo-pénse con una pisca de arrepentimiento.

El camino a la feria fue alegre, Heavy no guardaba silencio en ningún momento y Nina discutían animadamente con él.

¿Pero que ven mis ojos castaños? Nina tiene una excelente química con el pequeño Heavy-pensé.

-Nos subiremos primero a la montaña rusa-dijo Heavy.

-No, Aliona no debe exponerse a emociones fuerte-contesto Nina.

-¿Entonces te subirías conmigo?-le reprocho Heavy en un puchero.

-No veo por qué no hacerlo-contesto apenada Nina.

Mire a Dmitry, el me devolvió la mirada por el retrovisor mientras torcía los ojos-Al parecer no soy la única que se ha dado cuenta de la química que está surgiendo entre ellos. Esto será interesante-sonreí ligeramente al pensar en la reacción de Dee.

Llegamos a la feria, la noche ya había caído y el cielo amenazaba con lluvia. El lugar estaba lleno de luces, música y el olor a algodón de azúcar predominaba en el aire junto a las palomitas de maíz. Inmediatamente recordé a Dee, no pude evitar sonreír ante el recuerdo de ambos corriendo por el parque.

Comenzamos a caminar por la feria, los puestos de juegos abundaban así como los juegos mecánicos.

-¿Tan feliz estas?-pregunto Nina.

-¿Se me nota mucho?-conteste saliendo del ensueño.

-Todo irá bien, veras que Leon no te rechazará-afirmo giñado un ojo.

-Y aunque lo haga. El salir de mi vecindario y venir aquí, con mis buenos amigos es más que suficiente-respondí con sincera alegría.

-¿Cómo pueden tus ojos irradiar chispas?-pregunto Heavy mientras masticaba palomitas de maíz.

Mátame, sáname: que tonteríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora