VI

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-Ah...-

SungHoon sintió su lobo removerse ante el jadeo lleno de placer que escapó de los labios de HeeSeung. No sabía que sucedía, simplemente recordaba haber sacado a ambos Omegas de tal humillación en la fiesta donde no duro mucho tiempo con ambos Omegas, después solo recordaba haber tomado algunos tragos antes de encerrarse con HeeSeung en la habitación, y, después de una infinidad de gritos hacia el Omega hubo un beso, uno que gracias a los efectos del vino que el Alfa tomo antes de decirle mierda a HeeSeung llevo a algo mucho más íntimo.

Pero está vez HeeSeung no grito por ayuda, no le suplico por qué parara, simplemente se quedó jadeando y gimiendo suavemente, con las mejillas coloradas después de emborracharse en la fiesta.

-Alfa...-gimio, jalando de las sábanas rojas y llevando su cabeza para atrás, gozando del placer que Sunghoon le daba-

Era la primera vez que se sentía bien, que lo disfrutaba y experimentaba lo que era la necesidad de darle placer a su acompañante.

-Eres mi presa-

-Tuyo-

SungHoon gruñó al escuchar la voz de Omega, concentrandose en hundirse en el interior del Omega, con sus gemidos suaves y jadeos de placer, con aquel sonrojo que le éxito de alguna forma, hablándole con esa dulce voz que Sunghoon odio de por vida. La noche fue testigo de esa noche, del deseo sesado por el pecado en una corta habitación llena de las llamas del infierno.

Cuando el sol pareció, SungHoon no supo que hacer al ver cómo su brazo sujetaba con firmesa la cintura de su esclavo, mirando detenidamente el rostro tan pacifico de HeeSeung al dormir, la irá gano de pronto, separandose y saliendo de la cama para empezar a vestirse.

No podía evitar pensar en Shim cada que miraba a su Omega, de aquella noche donde intentaba escapar de un cruel futuro que terminó alcanzandolo, de como....

Cómo...

-SungHoon...-

Una voz le llamo, mirando de reojo la silueta de HeeSeung, quien se cubría con las sábanas rojas y se hacercaba a el, con miedo y haciendo algunas muecas, tocándo levemente su cabeza. El Alfa lo entendia, HeeSeung prácticamente se había embriagado la noche anterior que era imposible que no tuve alguna resaca ese día.

Su rostro fue adornado por un rojo intenso, y no exactamente por nervios o emoción al sentir las manos calidas de HeeSeung sujeto su surda, sonriendo mientras guiaba está.

Pero al sentir como está chocaba con el vientre de HeeSeung el Alfa no supo que hacer con exactitud. Volteandolo a ver, fijo en los ojos esmeralda, tratando de evitar el hecho de que estaba tocando el lugar indicado donde su cachorro crecía en el vientre de un Omega que odiaba con toda su Alma. HeeSeung suspiro, haciendo que la mano de Sunghoon vagara bajo las sábanas que lo cubrían, sintiendo la mano fría del Alfa en su vientre.

Un escalofrío recorrió su cuerpo, sonriendo con aún más cálidos hacia quién ahora tenía el deber de cuidarle.

-Aqui está nuestro cachorro, SungHoon...aquí vive tu cachorro....-murmurro, el Alfa tembló- aquí esta el pequeño corazón que quieres acabar aún cuando todavía no comienza a latir...

El Alfa se tenso, sin saber que decir cuando su cuerpo actuó solo, traicionandolo al momento exacto que su mano derecha vago al mismo lugar donde la otra descansaba, acariciando el vientre de HeeSeung sin sentimiento alguno, sin emoción, nisiquiera odio. No obstante, el cachorro que cargaba Lee no era nada para el, simplemente le veía como algo insignificante.

-No me lo arrebates, SungHoon -pidio el Omega, escondiéndo su aroma, aunque aún así el contrario pudo sentir su tristeza por medio del lazo- es nuestro, es tuyo SungHoon, ¿Qué clase de padre eres?...

BEHIND YOU (Sunghee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora