En los años antiguos, los Omegas eran considerados como un rango en "Peligro de extinción".Por lo que para un alfa conseguir uno era cuestión de buena suerte al ser esclavos del Rey.
Para Sunghoon, un fugitivo del Reyno, le fue fácil robar un Omega...
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HeeSeung salió corriendo del lugar en cuanto pudo levantarse con la suficiente fuerza, su marca punzaba y con ella una corriente eléctrica dolorosa recorría su cuerpo entero y a la misma vez parecía que la sangre no paraba de salir, sentía una presión en su garganta que no podía describir con palabras y las lágrimas salían con fuerza, como si lo que acababa de hacer fuera a desaparecer al cerrar los ojos y la leve marca que dejo ese tipo antes de morir no estuviera arrastrando a su lobo a una herida irreparable.
Los guardias, por su puesto, no estaban en ellos pasillos y ello lo agradeció HeeSeung que a duras penas al llegar a las escaleras logro soportarse de los barrotes y aferrarse de la madera, casi perdiendo el conocimiento.
Su lazo de igual forma estaba roto, quebrado y parecía irse decilachando poco a poco, hilo por hilo rompiéndose en su interior. Trato de llamar a SungHoon sin embargo eso se convirtió en una apuñalada fuerte a su interior, como si eso fuera algo prohibido, imposible. Quiso sollozar pero ya no tenía sentido hacerlo, se estaba desmoronando por dentro y nadie podía ayudarlo.
-HeeSeung!.
El Omega sintió su cuerpo delirar al escuchar la voz de su Alfa, SungHoon estaba en el segundo pasillo, mirándolo desde arriba con una expresión de pánico que HeeSeung pudo comprender, seguramente el alfa sintió el momento en el que el lazo se rompió. Creyó que Park terminaría yéndose sin pedir explicaciones sin embargo el mayor termino por empezar a correr escaleras abajo, en menos de lo que oído pensar y ver HeeSeung ya tenía frente de el al amor de su vida.
-S-sung...su... -tartamudeo, soltando los barrotes para abrazar el cuello de su Alfa en un ágil movimiento- A...Alfa...
SungHoon no pregunto por la sangre en sus manos, ni la razón por la cual su cuerpo termino por perder toda fuerza y cayo al suelo en seco, en cambio jadeo aterrorizado y lo siento entre sus brazos, apretando su marca para detener un poco el sangrado.
-Amor -llamo SungHoon, quitando su mano para empezar a succionar poco a poco la sangre de salía, lamiendo poco a poco el lugar para sanarlo un poco, después de unos minutos se alejo para mirarlo, HeeSeung lo observó, la sangre húmeda en sus labios y sus ojos dorados expectantes, asustados y nerviosos- ¡¿Q-quién te hizo esto?!...
SungHoon solo podía llorar, tratar de buscar en su mente la imagen de algún demente que se había atrevido a marcar a HeeSeung, arrebatarle su lazo y romper el vínculo existente entre ellos, eso solo podría hacerlo un demente, un loco, algún cruel e insensible. Su desesperación creció al ver qué HeeSeung no respondía, solo lo miraba y se debilitaba, apenas y le dedicaba un suspiro.
-Mi amor...cariño por favor responde... -pidio, sujetando el rostro de su Omega entre sus manos, tratando de hacerlo entrar en si-
La piel de HeeSeung iba palideciendo poco a poco y su respiración se volvía irregular, su lobo y cuerpo no aceptaban la nueva marca y la muerte del hombre solo habían empeorado su negativa reacción.
