En los años antiguos, los Omegas eran considerados como un rango en "Peligro de extinción".Por lo que para un alfa conseguir uno era cuestión de buena suerte al ser esclavos del Rey.
Para Sunghoon, un fugitivo del Reyno, le fue fácil robar un Omega...
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HeeSeung gimió del dolor al sentir su cuerpo caer con brusquedad después de que SungHoon le abofeteara con fuerza, retorciéndose en el suelo del dolor en su mejilla mientras soltaba pequeñas lágrimas cargadas de grandes dosis de dolor.
Sintió a SungHoon hacercarse, y sin pensarlo dos veces se levantó como pudo. Gateando hacia la puerta por temor de que haría el Alfa con ojos rubí. Sin embargo, este piso su pie, deteniendolo al momento que el Omega ahogó un grito al sentir su pie crujir, callendo rendido ante el Alfa.
Cómo pudo volteó su cuerpo, llorando silenciosamente mientras tocaba su muslo, mirando con la vista distorsionada su pie ahora roto. SungHoon apretó con una sola mano su cuello, sin embargo la gran fuerza que acumuló provocó que HeeSeung levantara la cabeza, fue entonces que lo notó, SungHoon estaba obligándolo a mirarle para poder divisar el miedo en sus ojos.
-M...m...e....me lástimas... -tartamudeo, llorando sin hacer ruido, sabía, si lo hacía el alfa se molestaría aún más-
El contrario le miro a los ojos, con los colmillos fuera, tan intimidante para HeeSeung que se encontraba más que aterrado, sin embargo, SungHoon solo quería verlo muerto, deseaba ser manchado por la sangre del estorbosoOmega y poder deshacerse de el lo antes posible, pero no podía, aunque le costará aceptarlo HeeSeung era el futuro de esa manada, tenía a su cachorro en vientre, algo que nadie podría con tanta facilidad como el, nisiquiera Niki...
Pero... Niki era...el era...
Simplemente le dolía estarle mintiendo con tal de salvarlo de un parto más, mientras que a HeeSeung lo sometía a tal peligro sin importarle sus sueños.
Sin embargo.
Shim Jaeyun también había matado sus sueños, su pasado, su presenté y el futuro tan anhelado que soño algún día.
Con una sonrisa larga miro a HeeSeung a los ojos, su rostro rojo y su mirada exigente, sin cortar contacto visual y dejando que su lobo saliera un poco susurro con voz de mando: Deseo escuchar como gritas ahora...presa...
Con gran agilidad tomo su espada, alejandose y mirando el vientre de HeeSeung que había caído débil al suelo, tratando de tomar aire, tomo un pequeño suspiro y alzo su arma. Lo único que pudo escuchar fue el grito agudo y desgarrador que soltó HeeSeung cuando la filosa espada atravesó su mano con la cual trato de protegerse. El Omega grito aun más cuando SungHoon saco la espada con una expresión horrorizada, sus ojos volviendo a la normalidad en un segundo, arrodillandose a la altura del menor para tomar su muñeca, mirando atentamente la grave herida que causó un chorro carmesí en la palma de HeeSeung que no tenía culpa alguna, nisiquiera había cometido un delito.
-Oh dios mío..... -solto, tomando en brazos a HeeSeung que sujeto con fuerza su muñeca, llorando con todas sus fuerzas por el dolor que experimentaba en esos momentos- Llamen al Omega Niki!!!! Ahora!!!
