XI

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La oscuridad de la noche acarició el alma del Omega, las ramas escuchadose tronar cada que las pisaba y jadeando por un poco en busca de aire, tratando de correr hacia alguna dirección desconocida con el miedo consumiendo a su lobo, quien se removia por alguna extraña razón. Las horas así parecieron segundos donde HeeSeung juro sentir un poco de alivio dentro de su corazón.

-Debes huir en cuanto exista la oportunidad, HeeSeung, si no aprovechas será muy difícil que llegue otro momento adecuado para salir de aquí -espeto Sunoo, mirando a su lado el cielo tornarse oscuro-

Pero HeeSeung no creyó que esa oportunidad fuera ese mismo día, en su cumpleaños, el día más infeliz de su vida cada año, pero esa vez, tan solo esa vez era diferente, parecía que estaba corriendo hacia la luz que tanto había anhelado y no perdería esa gran oportunidad, era único ese momento, y no perdería el esperado segundo de huir de todo dolor a su alrededor.

Quería dejar de llorar por un segundo, vivir como se le plasca, aprender a tomar decisiones y pensar en que era lo que en verdad deseaba el mismo, quería probar por primera vez lo que era la felicidad, la libertad y, en especial, el amor. Deseaba desesperadamente encontrar su propio destino, crear su camino para dejar de caminar en direcciones contrarias por culpa de personas como Jaeyun y SungHoon.

-HeeSeung!!detente!!-

La voz grave de SungHoon le iso temblar, luchando contra si mismo cuando el Alfa empezó a jalar del enlace. Con fuerza cerró los ojos, reteniendo las lágrimas que se asomaban, logrando sentir al Alfa no tan lejos de el. De pronto la fría brisa acaricio su rostro, y las ramas que rasgavan de su ropa o el irritante sonido de las ramas tronar por causa de sus pies paro, abriendo los ojos para divisar el campo despejado, aquella brisa tan escalofriante y el sentimiento raro de temor que llegó de la nada a el en cuanto ingreso al lugar tan solitario.

Se permitió parar al sentir su cuerpo pesado, en su interior su corazón estuvo apunto de parar, mirando la luna llena, a diferencia de la emoción que sintió hace unas horas, está vez solo pudo ser agobinado por el pánico.Y no se supo explicar cómo SungHoon y los demás guardias paraban antes de dar un paso fuera del bosque, mirándole seriamente.

-HeeSeung, corre hacia mi lo más rápido posible ahora mismo -pidio Sunoo, apretando con fuerza la monterrilla de su espada- por favor...

El castaño se notó confundido ante esa petición, sin entender el por qué todos parecían temer por hacercarse.No obstante, las palabras de SungHoon fueron las que dejaron en shock al Omega.

-Sal de ahí, y trae a salvo a mi hijo-ordeno, sus ojos tornandose rubí y soltando feromas fuertes, como si tratara de asustar a alguien con su sola presencia, con su aroma- ahora, HeeSeung.

Obedecelo...

HeeSeung sintió a su lobo hablarle,sin embargo, no se atrevió a dar un paso cerca de SungHoon, alejándose de el y caminando hacia el bosque metros más lejos, tratando de no soltar el celtic qué hace unos minutos había pasado a sus manos.No obstante, su cuerpo se sintió frío cuando su espalda choco con alguien, congelandose en su lugar y mirando con los ojos abiertos a SungHoon, quien parecía sorprendido.

Si algo sabía muy bien el Omega, es que no había nadie ahí a excepción de el.

El aroma fresco de hierbas tranquilizadoras se sintió, manteniéndose estático en su lugar cuando escucho a la persona caminar, tratando de retener las lágrimas al momento que vio a la bella mujer, con una expresión molesta, bajo de sus ojos descansando un negro oscuro, como si esperara alguna explicación. Al sentir su aura HeeSeung lo supo.

BEHIND YOU (Sunghee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora