En los años antiguos, los Omegas eran considerados como un rango en "Peligro de extinción".Por lo que para un alfa conseguir uno era cuestión de buena suerte al ser esclavos del Rey.
Para Sunghoon, un fugitivo del Reyno, le fue fácil robar un Omega...
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-Su majestad, el Rey Lee HeeSeung, ah conseguido el tratado de paz con el Imperio Otomano -dijo Taki ante el consejo-me permito decir que es el primer Reyno del Imperio Asiático que consigue tal acuerdo.
Los viejos frente a el le dieron una mirada aprobatoria din embargo uno en especial enarco una ceja.
-¿Por qué usted se presenta al edificio de la corte en lugar de alguno de los Reyes? -habia un rastro de molestia en sus palabras-
Taki le dio una sonrisa tan falsa que el viejo terminó cabreado.
-Existe una hermosa y política razón de por medio, estimada Corte.
Todos los miembros de la corte de inclinaron a la curiosidad, dándole una mirada como si fuera algún platillo de buen sabor.
-¿De verdad?, ¿Cuál es? -cuestiono el mismo sacerdote de antes, estaba claro que desde la reunión sobre el trono no estaba en buenos términos con HeeSeung- no creo que para un Reyno haya más maravillosas noticias que un...
Pauso, mira do a Taki con una expresión aterrada, el beta hizo un movimiento de cabeza comprobando el pensamiento del hombre. ¿Debía decirlo?, su Rey lo había autorizado, tenía órdenes de hablar ante la Corte este tema lo más pronto que fuera posible y que la voz corriera en el pueblo lo más veloz posible. Se inclino y levantó una mano en forma de festejo, con una radiante satisfacción al ver sus ojos atemorizados, rencorosos.
-Es de mi honor confesar ante la corte que su majestad, sol y brillante oro de nuestro Reyno, el Rey Park HeeSeung se encuentra en cinta nuevamente, espera a un legítimo heredero al trono de Seúl.
...Mira como construyo este camino...
HeeSeung y SungHoon llegaron a Seúl casi un mes después, la visita se había extendido por un acuerdo de última hora y la copia oficial para el Imperio de Asia sobre el trado de paz. Esos días ambos amantes disfrutaron de su tiempo a solas y revivieron algo parecido a una noche de bodas, cumpliendo más expectativas sexuales de las que alguna vez pensaron tener.
SungHoon bajo primero del carruaje y después le extendió su mano para ayudarle. Ambos tenían una sonrisa tierna y con una felicidad notoria entraron al palacio donde sus sirvientes los esperaban.
-Majestad -pronuncio el capitán, reverenciandose ante ambos-
Eso por alguna razón satisfacio a SungHoon.
-Su majestad Consorte, el consejo real a dejado múltiples pendientes en su oficina, su consejero personalmente los ha arreglado para usted -dijo, casi buscando desvanecer la sonrisa en el rostro de su Rey- debería tener prisa por hacer lo que tiene pendiente, esta semana su agenda estara llena.
Sus palabras a pesar de ser ignoradas por el objetivo, SungHoon, no fueron silentes para HeeSeung quien dio un paso enfrente y limito un poco su sonrisa.
