XXIII

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La semana paso casi volando, sin embargo a diferencia de lo que opinaba la manada entera junto a su líder y el Rey, HeeSeung la sintió como una de las semanas más largas de su vida

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La semana paso casi volando, sin embargo a diferencia de lo que opinaba la manada entera junto a su líder y el Rey, HeeSeung la sintió como una de las semanas más largas de su vida.

SungHoon se movía de un lado a otra parándose solo si lo veía de frente para dejarle un corto besó en los labios e seguir su camino, Beomgyu, a diferencia de SungHoon, parecía que nisiquiera veía a otra cosa que no fuera la olla de comida y sus ingredientes, cocinando y cocinando ahora ya más de cinco comidas al día, era una carga de trabajo bastante grande considerando que estaba bajo órdenes del Rey y no podían desobedecer, había incluso más lógica que en el trabajo de Jungwon, Bahiyyih y Youngeun le acompañaban a todos lados, claro que sí, pero HeeSeung prefería callar frente a ellas hasta que pudieran demostrar su lealtad y hasta ahora no lo habían hecho. Mientras que Won...bueno, la última vez que lo vio fue el día que el Omega dió a luz a los dos hermosos cachorros que ahora mismo dormían en una tienda llena de aromas rígidos.

Lo trataba de entender, en verdad que HeeSeung se esforzaba por hacerlo sin embargo no podía comparar los problemas que debía aguardar en el palacio que lo que debía aquí, cuales se iban demostrando poco a poco.

-¿Gusta un poco de agua Omega HeeSeung? -pregunto Bahiyyih, con el rostro iluminado por el poco sol-

Estaban en inicios de invierno y el sol apenas era notable, los aires fríos corrían velozmente y HeeSeung estaba emocionado por la belleza que le habían dicho que se pasaba en la tierra cuando la nieve caía, era algo que en verdad quería apreciar. Jaeyun siempre le prohibió salir a los jardines en esa época, encerrando lo en su habitación con la supuesta escusa de que su piel se quemaría, y no mentía, su piel se sentía un poco reseca desde que el aire frío golpeó a la manada. Dejando de lado eso, el agua estaba bastante fría, más de lo usual, y el Omega prefería no adquirirla.

-Muchas gracias Bahiyyih, pero no me apetece -respondio, observando a Beomgyu no muy lejos de ellos con el ceño fruncido mientras probaba la comida- vuelvo en un momento.

Antes de que las chicas pudieran decir algo, HeeSeung se encontraba con el corazón en la boca, queriendo que el abrigo que le dio SungHoon fuera muchísimo más grande para esconderse en el. Sus pies se movieron lentamente hacia el alfa de mechas blancas, cuya mirada se dirigió a ella al sentir su característico aroma a flores.

Los ojos de Beomgyu se iluminaron, levantándose de inmediato para sonreir y correr a abrazarlo, HeeSeung le correspondió, con los ojos picando con amenaza de soltar mares de lágrimas, el alfa había sido tan lindo con el y no merecía lo que le diría a continuación, pero debía hacerlo, por el bien de su familia. Su cachorro vendría en tan solo un par de semanas y HeeSeung debía responder las preguntas en su corazón, y ya tenía las respuestas.

-Gyu -llamo, el alfa le miro- tengo que...

-HeeSeung!, Acabó de hacer un platillo que me ordeno el Rey, es algo extraño el sabor pero igualmente delicioso -solto, ríendo mientras jalaban de su mano sin fuerzas y le extendía un pequeño plató- Toma, prueba, me haría bien el gusto de alguien que viene del palacio.

BEHIND YOU (Sunghee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora