En los años antiguos, los Omegas eran considerados como un rango en "Peligro de extinción".Por lo que para un alfa conseguir uno era cuestión de buena suerte al ser esclavos del Rey.
Para Sunghoon, un fugitivo del Reyno, le fue fácil robar un Omega...
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La noticia de que el Canciller Choi Soobin había fallecido se mezclo en el aire con el despertar del príncipe Shim Sunwoo de Seúl. El Imperio rápidamente entro en luto y se corrieron los rumores de que el Emperador, quien siempre fue dulce e amable con el mundo se había convertido en cuestión de horas en un ser poderoso que estaba siendo corrompido por la vida misma después de la pérdida de su esposo, limitando su piedad a castigar a cualquiera que fuera el más minimo sospechoso del asesinato.
Los sucesos nunca llegaron a los oidos de HeeSeung incluso de camino hacia la sala del trono del Reyno de Daegyu.
Vestía telas esmeralda con detalles dorados y las olas del mar dibujadas con cuidado, reluciendo su rostro de porcelana y el cabello rubio con un cuello alto de oro, tenía puesto zapatos suaves que limitaban el sonido de sus pagos, sus manos eran cubiertas por las mangas y tenía una pequeña corona alta de oro con diamantes, sin dudas cualquiera que viera a HeeSeung caminar con sus guardias detrás se inclinaría de inmediato en una reverencia que mostrará al menos, un poco del máximo respeto que se merecía el Rey.
Cuando entro a la sala del trono y vio a JongSeong pudo ver perfectamente como los ojos del hombre se dilataba al verlo caminar lentamente hacia el trono, no se supo si era el miedo, el enojo, el asco o muy inseguro, solo fue una evidencia ridícula de que los sentimientos de Jay eran muy profundos.
HeeSeung no se inclino en lo absoluto, se mantuvo de pie, derecho, con una expresión imposible de leer, tan vacía que no había nada que buscar.
-Vaya...veo que sigues siendo el mismo Rey insolente que tanto se rumorea -dijo Jay como bienvenida, sol causar una pizca de gracia- la gente de Seúl dice que eres cruel, despiadado y enfermo. Verte así vestido con ese rostro bañado en un explicito vacío me confirma todas las noticias del viento que corre.
El Omega escucho eso para tomarlo como un saludo desvergonzado, un ataqué tan infantil que nisiquiera merecía una respuesta propia, mucho menos decente en una plática entre dos Reyes que cuestionaban la guerra.
-¿Sabías que hay un giro en el Imperio?, su corte y mando está cayendo lentamente en una oscura neblina -dijo de la nada Park, tomando de una copa de vino que el sirviente le dejo. Seung fruncio el ceño son entender el punto al que quería llegar ese gusano-bueno, entiendo los actos del Emperador, después de todo el Canciller Soobin fue asesinado...
Los músculos del cuerpo frágil del Omega se tensaron, sintiendo un tipo de jalón interno que le hizo temblar, quedar completamente atónito cuando noto como la curva en los labios del Rey Park se levantaban para mostrar una sonrisa leve con una infinita satisfacción al saber que ese suceso, claramente, le permitiría acercarse de manera peligroso y amenazante al Imperio.
Soobin estaba muerto, había sido asesinado.
Seung no supo bien como tomarlo, no estaba feliz en lo absoluto por qué el Canciller siempre fue alguien amable y considerado, era un Alfa dedicado a dar todo se si mismo y guiar un buen destino para sus hijos, sobre todo para Jo que había sido excluido de cualquier cargo superior en el Imperio. Soobin era más que una persona pura y tranquila, el único ser humano que hacíamos JungWon sonreír, la única calma que le permitía paz al Emperador.
