XLVI³

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Decir que la verdad era algo ciertamente cruel y, en demasía cobarde, sería muy poco para decir de manera coeherente y moral que la relación entre SungHoon y HeeSeung estaba simplemente desmoronada por la guerra insufrible consecutiva en sus inter...

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Decir que la verdad era algo ciertamente cruel y, en demasía cobarde, sería muy poco para decir de manera coeherente y moral que la relación entre SungHoon y HeeSeung estaba simplemente desmoronada por la guerra insufrible consecutiva en sus interiores.

Mientras el barco se movía sutilmente por el mar dirigiendo a sus humanos hacia un Imperio temible, sus miradas fueron incapaces de cruzarse en algún segundo, evitando en presencia de las salvajes aguas caer nuevamente ante la felicidad que habían creado en un inicio desde su reencuentro, aquella satisfacción inigualable de sus corazones al unirse en alma, ser, simplemente la mera existencia mutua.

SungHoon estaba mirando al mar, descansando sus brazos en los bordes del barco mientras pensaba nuevamente: ¿Cómo estará Yujin?, ¿Gyuvin seguirá con el?, ¿Acaso se encuentra cómodo?, ¿Qué labores tendrá en el palacio Imperial?, ¿Estará esperando que alguien regrese por el?. Mientras se acercaban más a su destino, más grande era su miedo. Se giro un poco para ver a HeeSeung que se encontraba del otro lado, dándole la espalda mientras descansaba de sus deberes.

En ese momento justo SungHoon deseaba poder ver la expresión en el rostro de HeeSeung, saber si sus ojos esmeralda podían presenciar el cielo despejado o si es que disfrutaban de su paz cerrados, en la mera oscuridad.

De pronto el cuerpo de HeeSeung sobresalto levemente y se tambaleó hasta sujetarse en la madera fría.

-¿HeeSeung? -pregunto, aunque era obvio que el Omega no lo escucharía-

Su propio cuerpo salto cuando miro que estaba titubeando y de un minuto a otro, ya tenía a HeeSeung en sus brazos.

No sabía cómo es que llegó ahí tan rápido o en qué momento fue que sostuvo a HeeSeung antes de que el cayera inconciente. Los ojos esmeralda del menor se conectaron con los suyos y una corriente semejante al de las aguas sobre las que navegaban los recorrió por completo.

-¿Estás bien?.

Seung le regalo una sonrisa suave.

-Estoy bien.

SungHoon se levantó y le sostuvo tal cual princesa, las mejillas de HeeSeung se compraron y esa vista fue la más bella para el Alfa, sonriendo. Las cosas son eran cómodas sin embargo si lo más cercano a ello.

-No sabía que sufrirás de mareo al navegar.

El rostro suave y levemente neutral de HeeSeung empezó a desvanecer su sonrisa.

-No es eso, -dijo- es por el embarazo.

Cierto, SungHoon tembló, sus manos apretaron la piel de su Omega y evito mirarle a los ojos por qué sabía que si lo hacía ese momento solo sería una disputa más del montón. Por un momento mientras lo miraba había olvidado por completo que HeeSeung estaba embarazado, y es que, ¿Cómo no olvidarlo?, si ellos no hablaban, no se miraban, no convivían, nisiquiera había un lazo.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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BEHIND YOU (Sunghee)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora