Los días pasaban pero la nieve no parecía ceder ante los rayos de luz del sol de Febrero. El aire era frío al respirar, mucho más que en inviernos pasados.
Pero el calor de las máquinas que trabajaban sin cesar hacían del ambiente cálido, a veces sofocante dentro de la fábrica de Heisenberg donde el golpeteo contaste de una cabecera dentro de cierta habitación haría creer a cualquiera que en algún momento las maderas que sostenían la cama terminarian quebrandose bajo Heisenberg y Carina que se encontraban muy activos esa madrugada.
—¡Mgh! Joder...ver tu trasero rebotar así...es sin duda la mejor puta manera de despertar. ¡Ah!
—E-estas...golpeando muy ¡d-duro! ¡Ah...Karl!.
—No te quejes cariño...¿No fuiste tu la que...dijo que me ayudaría a bajarme la ereccion?
Una fuerte estocada dejó a Carina tumbada boca abajo apretando las sabana entre sus manos ante tan duros y exquisitos golpeteos que recibía su interior.
—Vamos...no me digas que ya te cansaste...~.
—...Jodete.
—Entonces...sigue moviendo ese trasero para mi.
Tomando aire e incorporandose en la cama Carina llevaba su cuerpo a chocar con el de Heisenberg tomando todo su miembro en su intimidad por tercera vez.
—Eso es~, sigue así.
—Karl...e-estoy cerca...
Carina busco su mirada por encima de su hombro topandose con esos ojos que dejaban ver claramente que tan exitado estaba Heisenberg.
—Igual yo...agh.
Las embestidas se detuvieron pero sólo fuero para que Heisenberg cambiará de posición a Carina teniéndola boca arriba, viéndola fijo a esos ojos ámbar que brillaban con la misma intensidad.
—Quiero ver tu cara cuando te corras en mi verga...
Nuevamente la intimidad de Carina era embestida con fuerza. Sus piernas se enredaron al rededor de Heisenberg y sus uñas no dejaban de arañar su ancha espalda.
—Karl~. ¡Ah!.
Su cuerpo liberaba pequeños espasmos por la exotacion que recorría su cuerpo soltando al último un sonoro gemido. Las últimas embestidas fueron dadas por Heisenberg hasta que este cayó rendido y extasiado ocultando su rostro entre los pechos de su pareja que se encontraba en el mismo estado de extasis.
—...Buenos días~.
Heisenberg fue el primero en hablar levantando su rostro de entre el medio de los pechos de Carina dejando un beso en ese lugar subiendo de ahí a su cuello.
—Buenos días...
Su mano acarició la cabellera platinada de Heisenberg dejándolo seguir con los besos disfrutando cada uno de ellos.
—Karl...a este paso terminaremos haciéndolo otra vez.
—¿Y eso es un problema?. ¿Mm~?.
—Si porque no dudo que en cualquier momento-...
Sus palabras al igual que ese amoroso momento se vieron interrumpidos por los aullidos que llamaban por Carina a las afueras de la fábrica.
—Venga Urias...agh.
—Que se vaya al diablo...
—De nada servirá, nuestro jueguito ya me esta haciendo salir tarde. Karl...por favor.
Carina volvió hacer su petición de que Heisenberg la dejara. Claro que él se tomó su tiempo, dejando besos y chupetones antes de por fin sacar su miembro provocando en ambos un gruñido y un jadeo por esa sensación.
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El Caballo Y El Lobo
Fanfiction"Veamos de que estas hecha..." Se podría pensar que para el jerarca más egocéntrico de aquellas tierras, amar a alguien o prestar su atención a otra cosa que no fueran sus máquinas sería algo imposible. Pero ¿Qué pasaría...si algo más fuera de lo...