¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El campamento que se habían armado los desgraciados secuaces de mi enemigo N°1 sobre la Tierra, estaban en carpas o por encima de los árboles trepados, bien vigilantes sin que se le escaparan nada.
¿Dije que no se le escapaban nada? Si. Porque observé a un vampiro de los que estaban trepados en los árboles; a esté ni bien se le había cruzado una lechuza, a una gran velocidad la agarró al vuelo con un salto y luego dando volteareta aterrizó a tierra. Le vi con repulsión como ése asqueroso se devoraba al pobre animal, succionando su sangre.
Arrugué la nariz y se me revolvió el estómago.
En mi caso, bueno, yo no bebo sangre animal, respecto la vida natural. Una vez tuve un perrito callejero pero mi padre Alexander no permitió que me lo quedara, hice un berrinche después de todo... Pero aún así lo llevé a un mejor hogar y seguro, con la familia de una alumna de nuestro instituto. También me quise tentar con un gatito callejero en adoptarlo en secreto, se lo iba dar a Emilia en aquel tiempo, pero como sea me arrepentí temiendo que le hiciera algo al pobre animal, así que lo dejé donde habían dos niños jugando cerca del hotel que alquilo.
"Basta de drama, concéntrate..." - Me digo a mi mismo de tanto divagar en mis recuerdos y luego me detengo a pensar como dar mis pasos flash evitando que se me cayeran encima de pronto todos a las vez.
Estoy solo contra todos porque no puedo contar con ése pedazo de ambicioso del Demonio-vampiro. Está es mi pelea y de nadie más. Yo solo me metí en esto y los defenderé a todos por la culpa que me anda carcomiendo.
Hice el primer movimiento, atrapé a uno de ellos y le torcí en cuello, luego con mi navaja de la suerte se lo clavé al vampiro en su corazón causando un torniquete y destruyendo su pedazo de carne. Luego le quité el abrigo que llevaba, me saqué el mío y me puse el de él para cubrir mi esencia.
Avancé zigzagueando hasta alcanzar la primera carpa que tenía más cercana, la destrozo con mis propias garras y hallé a tres hombres vampiros durmiendo. Uno de ellos percató mi presencia levantando la cabeza a un lado y me vió abriendo los ojos grandes, el tipo no alcanzó a dar la alarma que le rebané el cuello con las uñas y pocos segundos me aseguro a destrozar su pecho. Los otros dos los asesiné también sin que supieran nada, dejando una terrible y desagradable imagen de escena para los ojos humanos si llegasen a ver esto.