Luna Naranja

Luna Naranja ~ Capítulo 39 • Parte 4 ~

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Después de que Alexander hubiera descubierto la mitad de la repulsiva verdad, perdiendo el juicio acudió inmediata a la casa de Libia en que Leopoldo se encontraba postrado en cama.

Pasó la puerta deprepito sin ser invitado por la dama, y se dirigió a pasos largos al cuarto del adolescente de 15 años.

Tan pronto como Alexander le vio allí, se vió obligado a detenerse momentáneamente debido a la impresión de su estado. Respiró profundo y cerró la puerta tras de si, luego la trabó con la cadena para que no surgiera ninguna interrupción alguna.

El adolescente postrado en su cama abrió los ojos al verlo, Alexander no tuvo otra opción más que avanzar hacia el lado de la cama y tomar una silla para sentarse.

Una vez Alexander sentado, juntó los dedos e inclinó la espalda hacia adelante y empezó en voz bajita:

— ¿Estás mejor?

— Tú te vez para al carajo ¿te enfermaste? —Leo, lo sorprendió a Alexander con una contrapregunta.

El adolescente quinceañero el aspecto era palidezco, casi su color tirando a tiza, sus mejillas rosagantes ya habían desaparecidos en su totalidad, sus ojos los tenía dilatados a casi en algunas partes de su pupilas crecían venas rojas, y sus labios estaban agrietados.

Alexander tomó la jarra y le sirvió un vaso con agua, pero tuvo que ayudarle con eso y le dió en la boca, al intento de Leo abrir la boca presenció en sus dientes que estaban perdiendo hilos de sangre, luego vió que más atrás le estaban saliendo una especie de caninos de más sobre encima los colmillos normales.

De repente Leo se atragantó con el agua y Alexander le acercó el plato vacío que estaba de su lado para que escupiese.

Después Alexander comenzó a buscarle conversación para asegurarse antes de lo que fue hacer.

Si, no estaba segura de si era capaz, si tenía las agallas para hacer lo correcto por la humanidad, estaba tan agobiado por haber conocido la existencia de los vampiros aunque realmente no lo creía, Alexander sólo creía que eran frutos de experimentación. Aún así había perdido el juicio por miedo.

— ¿Hoy vino tú padre a verte?

— No, ayer si.

— ¿Qué es lo que sientes?

— Nada. Que tengo mucha sed... pero la necesidad por el agua ya no le tomo gusto, siento que me siento bien. Alexander, siento que la... enfermedad está desapareciendo y que pronto me sentiré como una monada de oro.

— Hmm bien... por ti. —Le dijo al muchacho titubeando sin querer las palabras.

— ¿Qué sucede? ¿Pasa algo?

— No, no. Dime algo, Leo ¿tienes conocimiento con exactitud el tratamiento que te está haciendo tú papá?

— No. Pero me... hará mejor persona.

"Pobre niño. No tiene idea de lo que hará cuando salga de su cama.
El vampirismo se ha hablado en los textos antiguos de los 1300, pero nadie lo ha podido comprobar con sus propios ojos si eso es cierto, nada más que... las víctimas jamás pudieron atestiguar porque todos ellos se los encontraban muertos con las faltas de sangre en sus cuerpos.
Estoy desorbitado, confundido y... asustado.
¿Spenso Green, loco infernal que clase de enfermedad trajo a la ciudadela? es muy similar a la que ocurrió cien años atrás y se vuelve a repetir...
Primero mi amigo Brandon y... ¿ahora le tendrá que pasarle lo mismo a este inocente muchacho que es un par de años menor que yo?
Tanta vida por delante que tenía..., un futuro brillante por realizar. ¡Es un monstruo su padre!" - Pensó, Alexander con los puños cerrados sintiéndose impotente.