Fin de semana.Recordé nuevamente a mis doce años cuando escapaba de casa para irme refugiar y alejarme de los problemas de la escuela directo a la biblioteca.
Recuerdo cuando leía diversos libros de mitos y leyendas, casos inexplicables que quedaron registrados en la historia que eran mi gran interés y pasión en vez de las tareas escolares que me enseñaban.En uno de ellos estaba un libro grueso, reposaba ése voluminoso libro al fondo de la biblioteca, donde nadie se molestaba caminar hasta allí, aquel libro recuerdo que contenía registros de los tiempos. Entre las historias que más me intrigaban y anhelaba, una en particular llamaba poderosamente mi atención; una de ellas era de 1914 dónde se contaba la historia de un joven y único sobreviviente del incendio ocurrido en su granja. Se llamó Ash Leonardo Cruz, o se llama Ash Leonardo Von, alguien que contó su historia como si fuera verídico entre los casos dónde pasó una ola de enfermedad desconocido en el pueblo Colibrí que hasta ahora fue un misterio para los científicos. Se relataba en ésas páginas de hojas amarillas y gastadas por el tiempo del libro, y esto fue: Él había sido invadido por rufianes que bebían sangre animal o humana y que su líder era el más poderoso teniendo la fuerza de diez hombres juntos. Admitía e insistió que todos ellos eran vampiros que asesinaron a su familia y a los ganados. Lo obvio que lo creían loco a Ash, pero los periodistas con tal de sacar partido a su fama, añadían al pie de la letra lo que él decía.
Así es, recuerdo ése libro rojo y la historia más o menos detallada como la contó el testigo quién fue una de las víctimas de aquellos tiempo por la enfermedad que mató a miles. El joven Ash decía que ése contagio la causaban los vampiros, no murciélagos, sinó hombres convertidos en chupasangre.
¿Quién iban a saber? Durante las epidemias de aquel siglo nadie podía dar por sentado si eso lo que el testigo afirmaba era cierto o no. ¿Saben por? Como lo mencioné antes, dije epidemias, o sea muchas. Las enfermedades eran variables y confusas para los médicos, estaban los médicos devastados por las pérdidas que no tenían tiempo de ponerse a pensar que algunas de esas enfermedades eran causadas por vampiros.Semanas después antes de cumplir mis 13 años ya estaba convencida de que Ash Leonardo Cruz era el mismo joven quién salía con mi madrina, los recuerdos olvidados en transcurso del tiempo iban y venían en pequeñeces fragmentos en ése entonces, y yo los aprovechaba al máximo para marcarlos en una libreta.
Cómo decía, provechaba la ocasión y lo seguía investigando hasta que lo había olvidado por completo hasta que cumplí más de 20 años de edad. Los recuerdos con él quién decía ser mi amigo cuando yo tenía 6 años, habían regresado casi por completo una vez que toqué los pétalos de esa rosa blanca, eso me confundió y al mismo tiempo hacerme sentir que me aterraba la idea.
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Luna Naranja
VampireLibro 34 ©2020 Una promesa que jamás se olvida, y queda ahí impregnada en el pasado. Liz dice: "Mi primer amigo que tuve en la infancia fue un vampiro o, eso creía que era amigo mío. Sus intenciones eran otra cosa..." Tres niñas han olvidado su pasa...