Luna Naranja ~ Capítulo 2 ~

79 38 1
                                        

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Pasaron los días, y más días

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pasaron los días, y más días. Se repetía: Mis padres levantándose bien temprano, desayunando, despidiéndose con un beso largo, luego me atrevía a dedicar mi tiempo a espiarlos por la ventana como se marchaban por las calles, luego la llegada de mi madrina al mediodía, ya por la tarde tipo 6 pm o 7 pm apareciendo con el viento Leonardo, tener que soportar escuchando a Rosana y a él conversando interminablemente en la vereda hasta las 8:30 pm. Y así sucesivamente...

Las visitas de ése individuo se hacían cada vez más frecuente. Hasta que un día papá llegó a casa imprevisto y mi madrina no tuvo elección que presentarlo justo al momento en que lo sorprendió bebiendo una caja de líquido rojo a Leonardo.

Mi papá Guillermo que es difícil de ser amado, por sus egos manipular y temperamentos, y ser conocido por no aceptar extraños a casa, me sorprendió que de un momento a otro cambiara su estado de ánimo y le saludara a Leonardo con un apretón de mano firme.

Ese encuentro los vi oculta detrás de la pared que daba vuelta al patio trasero de la casa.
Siempre era si, así me escondía cada vez que un extraño se aparecía visitar a mi familia. Pero lo de Leonardo era distinto, todo ése rato tiempo yo permanecía detrás de un árbol o una pared, mirando y a veces oyendo las conversaciones ajenas que estaba mal... presenciar.

Sólo dos días de la semana le tocaba a mi papá llegar temprano de su trabajo a casa y era la hora en que Leonardo se encontraba charlando con mi madrina.
Lo extraño que Guillermo inmediato lo había aceptado con agrado e incluso le pedía que lo ayudara con los quehaceres de la casa.

Después entonces yo había recordado que había explorado libros de cuentos de terror infantil y me di cuenta por sus apariencia y habilidades... que el mismísimo Leonardo fuera un vampiro, una criatura sanguinaria de la noche.
¿Cómo había llegado esa conclusión?  él había usado su poder para cambiar a mi papá, y tal vez lo mismo lo usó con Rosana.

Pero conociéndolo después, todas mis dudas eran a cambiar de un giro.

Más pasaba el tiempo Leonardo que visitaba a su amiga para pasar el rato, yo me ponía triste y aburrida.
Mi hermano mayor que tenía 8 años, las mayoría de las veces que salía de la escuela iba directo a la casa de sus amigos hacer deberes escolares y quizás pillamadas. - Yo en ese tiempo no tenía ni un sólo amigo..., bueno, lo estoy hoy en día también. - No tenía con quién compartir mis sentimientos ni jugar, así que no pude evitar sentir selos de ello, un sentimiento que para ésa edad era incomprensible.

Luna NaranjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora