Desiderátum

Líder

—Impresionante —dijo Jack con una sonrisa—. Hasta hace poco descubrí tu existencia, nunca me imaginé que me encontraría contigo en tan poco tiempo.

—¡Qué gracioso! Yo también escuché hasta hace poco de ti —admitió Adam, sonriéndole al albino—. He escuchado tantas cosas de ti. Me gustaría saber cuáles son las verdaderas y cuáles son las mentiras que te añadieron para hacerte ver más fuerte que yo.

—No necesito que me añadan mentiras para ser más fuerte que tú.

La sonrisa de Adam se extendió al escuchar la respuesta de ese albino, dejando expuestos sus blanquecinos dientes sin importarle que con ello se vieran esos filosos colmillos que él poseía. La sonrisa de Jack también se extendió en el momento que los ojos de ese vampiro se tornaron de un color oscuro, haciendo aparecer las ojeras y las venas debajo de estos; mirando como ese castaño de largo cabello se despojó de su sudadera, dejándola caer en la blanquecina nieve sin importarle que a esta se le añadieran algunos rastros.

—Veamos qué tan fuerte eres, Jackson Frost.

Elsa cubrió su mano con su boca al ver como ese chico de cabello castaño se abalanzó a Jack, haciéndolo caer sobre la nieve, observando como esté les hacía una señal con su mano a su familia cuando vio que estaban a punto de intervenir, deteniéndolos con solo haberles mostrado la palma de su mano, era como si fuese alguna clase de señal de tránsito que les impedía moverse tan siquiera un solo centímetro de su lugar. Los ojos del albino se tornaron negros y con ello aparecieron las venas y las ojeras; sus piernas las flexionó a tal punto que sus pies estaban en el abdomen de Adam, arrojándolo lejos de su cuerpo, contemplando como ese pálido hombre pareció volar hasta llegar a un árbol.

Adam sonrió por haber sido arrojado por primera vez por alguien de esa manera, trepando ese árbol en donde las hojas cubiertas de nieve lo ayudarían a esconderse, perdiéndose ante los ojos de ese albino. Jack se levantó rápidamente del suelo, moviéndose su mirada con rapidez al buscar a ese vampiro que había llegado a su hogar a probar su fuerza, era como si estuviese aburrido y solo fuera una clase de diversión o entretenimiento para él; bajó su mirada hacia esa nieve en donde aún estaba la marca de las huellas de Adam, concentrándose solo en el sonido, dejándose llevar por los sutiles sonidos que había en ese solitario bosque en donde solo estaban allí esos pálidos vampiros.

Una sonrisa torcida apareció en Jack cuando un sutil sonido de una pisada hizo que encontrara a Adam en uno de los árboles de ese bosque; corrió rápidamente hasta ese lugar, apareciendo sus garras al instante y con ello trepar lo más rápido posible hasta donde estaba ese híbrido, mitad humano y mitad vampiro. Adam le sonrió por ver que lo había encontrado fácilmente, sin poder recordar cuándo fue la última vez que alguien había logrado encontrarlo al considerarse él el vampiro más rápido y ágil que jamás hubiese existido, llegando a creer que incluso era mucho más rápido que su propio padre.

Esta vez fue el turno de Jack de abalanzarse a Adam, cayendo ambos de ese alto árbol en donde ninguno de los dos se miraba preocupados o aterrados del impacto al saber que no sucedería nada en sus cuerpos. La rodilla derecha de Jack impactó sobre la nieve, hundiéndose unos centímetros esa parte de su cuerpo al haber caído sobre ese blanquecino lugar que parecía incluso una cómoda almohada para él, su pierna izquierda también reposaba sobre la nieve, mientras su mirada recorría todo el bosque por sentirse un tanto sorprendido por ver que ese vampiro había logrado huir antes de que su cuerpo impactase contra ese blanco lugar.

Fue demasiado claro el sonido de algo acercándose rápidamente hasta donde estaba que solo necesitó correr unos pocos centímetros para evitar que esa flecha llegase a impactar en alguna parte de su cuerpo, quedándose esa flecha incrustada en el tronco de ese árbol en donde habían caído. Su entrecejo se frunció ligeramente por haber visto que esa flecha de madera tenía la punta de un color grisáceo por haber sido creada con plata, analizó la otra punta en donde estaban algunas plumas blancas de algún ave.