𝐂𝐚𝐩 53 𝐟𝐢𝐧𝐚𝐥

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𝐓𝐚𝐞𝐇𝐲𝐮𝐧𝐠.

¿Saben lo que es regresar de la muerte dos malditas veces? Es bastante cansado, más si contamos lo emocional pero que más da cuando estas con la persona que no mereces pero que amas.

Al verlo aquí, conmigo, abrazando mi cintura y sereno. Desde que lo conocí el desastre nos persigue, y es literal.

Nuestra piel con las cicatrices son símbolos de lo que hemos vivido juntos, cada momento es inolvidable, el es el culpable de todas mis fantasías y miedos, el es todo y si la toxicidad será nuestra fiel amiga pues que así sea.

JungKook se remueve despertando poco a poco pero sin soltarme. Bosteza y abre sus hermosos ojos grises.

- Buenos días-. Digo suave, desearía despertar en su mansión o en mi departamento, pero por ahora el hospital es lo que tenemos hoy, claro que la mejor habitación.

- Serían buenos si estuvieras en mi cama desnudo y moviéndote encima de mí-. Dice cerrando sus ojos. Río ante el comentario.

- Acabas de volver a la vida, ¿y es en lo primero que piensas?-.

- En la muerte no te pensaba con ropa tampoco-. Dice coqueto y me apega más a él.

- Estamos débiles amor...., es decir, JungKook....-. El pone una cara de confusión y me siento tonto, dios, se me salió. - No, no pienses que....-. Me interrumpe con un beso largo y tierno, no muy típico de él.

- Repítelo-.

- Jung...

- Te ordené algo-.

- Amor-. Vuelve a besarme y acabo de entender su punto.

- No soy más JungKook para ti, ¿entendido?-.

- Bien-.

- ¿Bien qué?-. Sus ojos hipnotizantes me dominan, siempre lo harán y me encanta. Pero qué pesado se va a poner ahora con el dichoso apodo.

- Bien amor-. Repito y dejo y casto beso en sus labios.

La puerta se abre de repente y un muy ruidoso JiMin se deja ver.

- ¡Agáchense ya!-. JiMin se abalanza contra nosotros y en menos de un segundo los grandes ventanales salen disparados a todos lados, balas se estacionan en la pared.  Definitivamente no tenemos paz.

-¡Grandísima mierda!-. JungKook grita y se para sacando su arma, JiMin me arroja otra y lo seguimos.

Veo a a Yeol peleando y a YoonGi con su gente también, la cosa es que no son ellos quien nos atacan.

Disparos se oyen y JungKook es ágil al moverse, va tras el hombre que tiene una máscara y yo le cubro la espalda, lazo  golpes y más balas a todo aquel que intente acercarse a él y a mí, ahora las heridas que apenas están en recuperación no importan.

- ¡Imbécil!-. Grita y le quita la máscara, no puede ser. - ¡Llévate a tu gente y lárgate!-. Le grita JungKook a su padre.

- Eso no será posible hijo, mi paciencia tiene un limite y no dejaré que te unas con los Kim-.

- ¡No es problema tuyo joder!-.

- Si lo es, y no me dejas alternativa, ahora-.

Una guerra de desata y todo es caos, pero más viene en contra de mí, claro, soy un Kim.

Peleo como puedo y uso ágimente mis armas, la gente de los alrededores grita y sale corriendo a refugiarse del fuego de las balas y autos destruidos que están explotando uno por uno.

JaeSook viene contra mí, veo en sus ojos la sed de venganza que tiene.

- Esto se acaba aquí y ahora Kim-. Dice y los golpes que inicia no me dejan ni hablar, lo esquivo y se los devuelvo pero es más fuerte que yo. JungKook se mete cuando estoy más vulnerable pero no lo permitiré, no soy débil y se los demostraré.

-¡No!-. Le grito y me mira sorprendido. - Es mi pelea JungKook, si tengo que pagar los platos rotos por mi padre lo haré, no te atrevas a meterte-.

- No me digas que hacer y que no-. Dice molesto.

- ¡No te metas! ¡ Déjame hacerlo a mí!-. Le suplico con la mirada y parece seder pero sigue inseguro, bueno, no es que tenga tiempo ahora así que simplemente asienta y sigue en lo suyo, como sea sigue protegiéndome.

La pelea con su padre es más dura, pues a la final es mi suegro ¿no?, ¡no pienses en eso TaeHyung, concéntrate!.

Lanzo un golpe a su mandíbula de sorpresa y cae al suelo, se levanta rápido sin embargo.

- Tú y tu padre son unos bastardos, malditos Kim, morirás-.

- Si lo logra lo haré, si no va a rogar que yo lo deje vivir señor-. Sueno desafiante y parece molestarse más.

- ¡Insolente!-. Grita y seguimos entre golpes y patadas. Lanza uno que logra desestabilizar mi cuerpo pero no lo suficiente. De pronto mi entrenamiento viene a mi mente, los malos recuerdos y  es como si la ira me cegara, lanzo golpes sin pensar y no veo realmente lo que hago, solo lo hago.

-¡TaeHyung es suficiente!-. Alguien me separa y me tira al suelo, es Yeol. Pero qué acaba de pasar. Me medio paro y el padre de JungKook apenas y respirar puede, ¿qué hice?.

Veo a todos acercarse a socorrer al hombre y a JungKook quedarse quieto viendo la escena. No sabría como describir su expresión. Se acerca a paso lento y me mira corto para luego ir donde su padre, se agacha y le susurra algo para levantase y ordenar que todo el mundo se vaya de ahí.

Pasa por mi lado sin verme y ahora me arrepiento, tal vez y a la final si significa algo para el y yo apunto de matarlo, dios, que me pasa.

Viene hacia mí y me para de suelo, no dice y nada y toma mi mano para llevarme al centro de todo. El panorama es destrucción, esa es la palabra correcta para esto.

- Jung...digo, amor, yo lo siento, no...-. Me interrumpe poniendo un dedo sobre mis labios.

- Cállate y Escúchame-. Asiento y dejo que hable.  - Acabas de hacer algo que yo no he podido en años, y no sabes el orgullo y satisfacción que me da ver que puedes contra un jerarca y ganar en tu primer intento, me demuestra cuan fiel y leal me eres TaeHyung-.

- ¿Qué? ¿No estás molesto?-. El ríe y no entiendo.

- Claro que no principito, ¡JaeSook era la piedra de mi zapato!, acabaste con el en teoría y ahora nuestro reinado será mucho mejor sin sus molestias, pero...-.

- ¿Pero?-.

- Falta algo-.

- ¿Qué?-.

JungKook saca una cajita de terciopelo negra y se arrodilla frente a mí, no puede ser, no puede ser.

- Quédate conmigo una vida entera y el mundo será nuestro, seremos uno solo y seremos incuos pero del otro siempre, unamos nuestras almas y mandatos, quememos el mundo y déjame amarte y hacerte sufrir como yo se hacerlo, acepta ser mío Kim TaeHyung-. Termina de decir y abre la caja mostrándome un anillo de oro con un diamante rojo en el medio y diamantes negros al rededor. Llevo mis manos a mi boca y las lágrimas se me van, dios es hermoso.

- ¡Si! Dios, ¡Claro que acepto!-. Salto de emoción y cuando paro en sus brazos para besarle una explosión pasa detrás nuestro sin hacernos daño, es una imagen preciosa, el fuego detrás de nosotros y besándonos. Seré de él y el mío siempre desde ahora en adelante.

𝖨𝗇𝗂𝖼𝗎𝗈   | Kookv  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora