Lo ocurrido fue muy extraño tanto para Lyontari como para Káeli, pero lo cierto es que de ser cierto, significa que tienen consigo mucha suerte: Si Jadeít y Likán no conocen este secreto, podrían usarlo a su favor y desviar su atención.
Káeli y Lyontari entonces regresaron junto a Likán y Jadeít. Ellos parecían estarlos esperando con algo de nervios.
–Dime, ¿qué tal te sientes, Káeli?– Preguntó Jadeít.
–Me siento perfectamente bien, gracias por preguntar.– Respondió Káeli.
A Jadeít se le notaba que esa respuesta se le hacía muy extraña, quedándose algunos segundos en silencio.
–Muy bien, vamos a continuar, ¿te parece?– Preguntó Jadeít.
–Por supuesto, ya quiero llegar a Poli de Emeralda.– Responde Káeli.
–¿No necesitas hacer algo antes de eso?– Preguntó Jadeít.
–En lo absoluto. Estoy perfectamente bien.– Respondió Káeli.
–Bueno. Vayamos.– Dijo Jadeít y junto a Likán se dirigieron a tomar el tren que saldría en 10 minutos.
A Jadeít y Likán se les notaba demasiado ansiosos o serios durante este tiempo, cosa que Káeli notó fácilmente, ella sabía que lo que ellos pensaban que pasaría, no ocurriría.
Los cuatro tomaron asiento en una mesa con mantel rusiente en aquel tren. Jadeít a diferencia de otras ocasiones, no sacó tema de conversación. Un silencio incómodo inundaba la sala, además, extrañamente nadie subió al vagón durante esos diez minutos.
El tren finalmente empezó a avanzar y Jadeít se comenzó a morder el labio mientras el tiempo pasaba, mientras que Likán ondeaba los dedos sobre la mesa. Káeli comenzó a sentirse incómoda y pensó que estaba actuando quizás algo antinatural, por lo que pensó en sacar conversación.
–¿Cuánto tardará esto en llegar a la siguiente ciudad?– Preguntó Káeli.
–No te preocupes, el viaje terminará pronto.– Respondió Jadeít.
–La verdad es que lo dudo. He visto el mapa y hay mucho viaje por recorrer aún.– Respondió Káeli.
Jadeít se quedó en silencio y la miró fijamente, su expresión parecía ser la de una persona que estaba soportando las ganas de explotar.
–¿Te crees muy lista?– Finalmente soltó Jadeít.
–Eh…, pues sinceramente, no, diría que solo soy parte del promedio, aún cuando destaco en algunas cosas, pero aún así…– Diría Káeli siendo interrumpida por Jadeít.
–Sé perfectamente que obligaste a Lyontari a hacerte un hechizo de resistencia al fuego, algo muy listo; parece que te previniste bastante desde aquel día en el bosque.– Interrumpió Jadeít.
–¿De qué estás hablando? Solo…– Iba a refutar Káeli el comentario de Jadeít, pero nuevamente fue interrumpida.
–¿Cuánto tiempo han estado entrenando? ¿De verdad crees que aguante tanto? Déjalo descansar de una vez y acaba con esto.– Dijo Jadeít.
ESTÁS LEYENDO
La Coroneta
FantasyEste mundo mágico es la cuna de una profecía: Una niña, Káeli Xyovka, se convertirá en la amenaza de la Corona. La Corona no está dispuesta a ello, así que envía a sus tropas a masacrar la torre donde vivía, en la nación vecina, sin embargo, logra s...