Káeli finalmente había terminado de entrenar, al menos por ese día, más por órdenes de su padre, que hacía hincapié en que se trataba más de constancia que de esfuerzo; ahora se encontraba caminando junto a Lyontari por la ciudad en dirección al teatro.
–Mis piernas me duelen…– Expresó mientras caminaban.
–Ya falta poco, seguro ahí habrá lugar para sentarnos.– Respondió Lyontari.
–Ya sé, pero lo que yo quiero es dejarme caer en este momento.– Káeli suspiró, pero siguió caminando, motivada por la promesa de un descanso pronto.
Al llegar al teatro, se encontraron con una gran multitud. Parecía que la obra de esa noche era muy popular.
–¿Qué están presentando hoy?– preguntó Káeli, tratando de ver el cartel.
–Es una nueva obra llamada ‹Gardeẅaris dèd'Emeraldas›.– Respondió el encargado de la taquilla.
–Suena fascinante.– Káeli volteó a ver a su novio. –¿Quieres verla?– Le preguntó.
–Veremos lo que tú quieras.– Le respondió a Káeli.
–No quiero que veas algo que no quieras y luego te quejes de que fue aburrida.– Explicó Káeli.
–Estaré bien con lo que sea que elijas, no te preocupes por eso.– Respondió Lyontari.
Káeli cansada de que Lyontari no hiciese otra cosa más que ceder, en lugar de mostrar alguna iniciativa de interés, se rinde y compra los boletos para la obra. Entraron al teatro y encontraron sus asientos justo a tiempo para el inicio de la función. Las luces se atenuaron y el telón se levantó, revelando un escenario cubierto de lugares mágicos, mucho más fantásticos de lo que ya su mundo de por sí era.
La obra comenzó con una narración sobre un reino donde los sueños y la realidad se entrelazaban: Los protagonistas se debían embarcar en una aventura para salvar su mundo de una amenaza oscura.
Káeli estaba tan ensimismada dentro de la obra que milagrosamente perdió olvidando aquel mortífero cansancio, pero sobre todo, no se percató que alguien se había sentado a su lado, una chica que había llegado a último momento, un poco después de que la obra empezase.
La obra continuó con normalidad, sin embargo, durante el transcurso de la historia, se dio un fuerte giro de trama, pero debido a que la chica que había estaba al lado no estuvo en los primeros minutos de la obra, no se dio cuenta de ello.
–No entiendo porqué todos se impresionan…– Dijo en voz baja.
–Es porque el villano que acaba de aparecer, fue presentado al principio como su padre.– Le respondió Káeli en voz baja, sin voltear a mirarla.
La chica se quedó callada ante esa respuesta, por lo que Káeli pensó que había logrado resolver su duda.
La obra terminó con normalidad, Káeli quedó bastante satisfecha con el final, derrotando finalmente el héroe a su padre con un poderoso hechizo de gravedad, uno que no permitía ni a la luz escapar de ella, cubriendo el escenario de una intensa obscuridad que nos dejaba al margen del suspenso de lo que sucedería, mostrando al héroe malherido, pero victorioso con una gran sonrisa en su rostro, viendo las nubes despejarse y dejando escapar rayos de luz.
Káeli salió en compañía de Lyontari del teatro entonces, sin embargo, cuando se dio cuenta Káeli, ya no traía su bolsa.
ESTÁS LEYENDO
La Coroneta
FantasiEste mundo mágico es la cuna de una profecía: Una niña, Káeli Xyovka, se convertirá en la amenaza de la Corona. La Corona no está dispuesta a ello, así que envía a sus tropas a masacrar la torre donde vivía, en la nación vecina, sin embargo, logra s...