Káeli y Lyontari se encontraban volando en la dragona de la madre de la primera; la paz en su viaje era muy placentera, pero las dudas que habían sido pospuestas finalmente surgieron.
–Lyontari, ¿dónde aprendiste ese hechizo?– Preguntó Káeli con intriga.
–Me la enseñó mi padre, ¿por qué?– Preguntó Lyontari.
–⸘Qué‽ ⸘Cómo es eso posible‽– Preguntó Káeli.
–Pues sí, cuando era muy pequeño me mostró cómo hacerlo y me hizo practicarlo hasta el cansancio.– Respondió Lyontari.
–¿Pero con esa potencia no deberías tener alguna quemadura en tus manos?– Pregunta Káeli.
–Bueno… sí, las tuve, pero él me las curaba con un hechizo que revierte las quemaduras, por eso es que no poseo ninguna quemadura; con el tiempo la aprendí yo también antes de bueno… me ayudases a aprender a cómo directamente no quemarme.– Responde Lyontari.
–Eso tiene sentido… Eso explica porqué tu piel es tan blanca.– Responde Káeli.
–Ah, sí, también la usamos para eso en el Reino del Fuego.– Responde Lyontari.
–Pero no puedo entender cómo podías hacer una técnica tan poderosa y nunca la usaste.– Responde Káeli.
–En primer lugar: Consume mucha energía; en la mayoría de los enfrentamientos que tuvimos de haberla usado hubiese quedado como una carga en el resto del combate.– Responde Lyontari.
–Bueno, creo que tienes razón en eso también…– Responde Káeli.
–Pero es que también…– Responde Lyontari llamando la atención de Káeli quien voltea al rostro de él. –El hechizo no se supone que tenga tanta potencia en realidad; es verdad que era muy fuerte, pero realmente no sé cómo fue tan fuerte en esta ocasión.– Termina Lyontari.
–¿Cómo que no?– Pregunta Káeli para terminar quedándose la duda de cómo fue posible que su compañero haya realizado tal hazaña.
El viaje continuó un tiempo más, cuando el Sol comenzó a salir detrás de ellos por el Nordeste.
–Mira, está saliendo el alba.– Dijo Káeli.
–Sí, finalmente va a dejar de hacer tanto frío.– Menciona Lyontari.
–No hace tanto, estamos en pleno verano.– Responde Káeli.
–Ni tanto, ya está incluso apunto de acabarse el año.– Refuta Lyontari.
–Bueno, tienes razón… Los 13 meses de este año se me han ido volando, menos este.…– Dice Káeli para voltear a ver a Lyontari. –Este mes por otro lado siento que hice muchas cosas, pero no me importa si ahora puedo estar contigo.– Dice Káeli.
Lyontari le sonríe mientras la voltea a ver.
–Sí, este año de todos mis once años ha sido mi favorito y solo por ti.– Responde Lyontari.
–Quisiera decir lo mismo, pero no cumplo los once años aún.– Responde Káeli.
–Espera…, ⸘eso significa que los cumplirás este año‽– Pregunta Lyontari con sombro.
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La Coroneta
FantasyEste mundo mágico es la cuna de una profecía: Una niña, Káeli Xyovka, se convertirá en la amenaza de la Corona. La Corona no está dispuesta a ello, así que envía a sus tropas a masacrar la torre donde vivía, en la nación vecina, sin embargo, logra s...