43. Turismo

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Káeli y Lyontari habían regresado a casa, Elafê aún no regresaba, por lo que tuvieron que esperarla adentro. Káeli pensó que le gustaría ser recibida a su amiga por una taza de café, así que viendo la hora que era, esperaba que llegase en cualquier momento, así que comenzó a prepararse y a llenar la tetera para tener el agua ya hervida, lista para su consumo.

Káeli tomó una cajetilla de cerillos, sin embargo, la humedad de sus manos provocó que por más fricción que hiciese en las parte laterales de esta, el cerillo simplemente no produjese la combustión.

–Káeli, creo que tienes las manos mojadas, seguramente te salpicó agua cuando llenaste la tetera.– Dijo Lyontari mientras se reía en voz baja de los intentos inútiles de Káeli.

–Ay, no me digas eso…– Dijo Káeli secándose en la ropa la humedad, pero al tratar de hacerlo nuevamente, la humedad ya había estropeado la zona de fricción, por lo que el cerillo solo se estropeó, quedándose sin fósforo.

Lyontari la aparta y con un hechizo hace comenzar a hervir el agua.

–Creo que ahora es cuando debes vaciarle el café.– Le comenta Lyontari a Káeli.

–¡Ah, sí!– Responde Káeli quien se había quedado atontada viendo a Lyontari.

Lyontari voltea a ver a Káeli y nota cómo parece estar un poco distraída.

–¿En qué piensas?– Le preguntó Lyontari a Káeli.

Káeli voltea a ver a Lyontari algo impresionada que se fuese dado cuenta, pero vuelve con lo que estaba haciendo hasta que encuentra las palabras correctas.

–Mañana tenemos que salir muy temprano y necesito planificar por dónde iremos para ahorrar dinero.– Responde Káeli.

–¿Qué tan lejos queda aquel lugar?– Preguntó Lyontari.

–No tanto, pero está fuera de la zona metropolitana, la rodea una colonia llamada «Da Ċapulín».– Responde Káeli sellando la tetera y esperando que el café se infusione.

–¿Cuánto tiempo crees que nos tome ir y venir?– Le pregunta Lyontari.

–Probablemente… podamos ya estar aquí por… el mediodía.– Responde Káeli.

–Vale, no suena tanto… Yo creo que con unos emparedados estaremos perfectos.– Mencionó Lyontari.

–Sí, creo que por aquí había pan de centeno… en algún lado.– Dice Káeli hurgando entre la alacena de su amiga.

El tiempo pasa y Káeli  ya había terminado los preparativos, pero su amiga no aparecía por ningún lado; Lyontari se da cuenta de esto por lo que se acerca a Káeli.

–Creo que Elafê no volverá.– Comenta Lyontari.

–No digas eso, ella no tiene dónde más quedarse… ¿Dónde podrá estar?– Dice Káeli que estaba a preocuparse más y más.

–Seguro está bien, quizás se le hizo tarde y se quedó con alguien.– Dijo Lyontari más calmadamente.

–No lo creo… Ella no es así, aunque…– Dijo Káeli comenzando a recordar vagamente.

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