Borderline (I don't eat)

secundaria III

A demás de las restricciones tenía otros problemas un poco más absurdos pero que me perjudicaban de manera social.

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Se me escapa por mi soledad
Se escapó por la angustia
Se me escapa porque necesito que me quieran un poquito más
Se me escapa...

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Cada día se me salía una mentira nueva. ¿Por qué? No lo sé. No quería mentir y eso lo puedo jurar por la vida de mis gatitos. Pero por algún motivo mentía y en cosas que nadie se las podía imaginar. Aquí algunos ejemplos:

Ejemplo 1:

Un día estaba con chicas más grandes que yo. De quinto año. Me pareció prudente impresionarlas de alguna forma, así que empece a recitar mi (para nada planificada) anécdota:

"Ay chicas, no saben lo que me hizo el chico que me hace los aritos. Me clavó dos veces la aguja y por eso tengo un agujero tan grande en la nariz"

Resulta que yo no tenía tal agujero "gigante" tenía uno normal, perfecto para que entre mi arito. Entonces ¿por que decir esa mentira? Que, a demás era obvio el hecho de que no era cierto lo que decía.

Ejemplos 2:

Comencé a decir de forma obsesiva :
"Hoy se cumplen 11 años que estudio música"

Y la verdad era que no tenía ni idea hace cuánto hacía que estudiaba música ni cuando empecé a hacerlo. A demás, era imposible que sean once años, ya que yo tenía catorce de edad. Pero por algún motivo tenía la necesidad de decirlo y de que no una ni dos ni tres personas me escuchen, TODOS lo tenían que saber. Debió ser molesto para quienes me rodeaban, debí ser la persona más molesta del mundo ahora que me pongo a pensar en aquel momento y es entendible el "porque" no me querían.

Ejemplo 3:

Cambiaba continuamente la versión de mis historias. Por ejemplo, yo le contaba a juancito que me caí, pero a marcelo le contaba que me caí porque me empujaron y a micaela le contaba que me caí porque yo molesté a alguien y por eso me empujaron.

Pero ninguna historia era mentira. Ninguna versión lo era. Dependiendo la confianza que tenía con la persona, le contaba toda la historia o no pero no me bastaba con contarle a una. Todos debían saber todo de mí todo el tiempo. Por eso, por más que yo no mintiera, aparentaba que si.

Ya nadie me creía, nadie me aguantaba, yo no me soportaba. Pero no hay excusa, no hay justificación suficiente para haberme hecho lo que me hicieron....