Secundaria VII

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Me cambié de escuela. Allí era mucho más fácil todo. Hice amigos rápidamente, nunca estaba en clases y aún así tenía buenas calificaciones, nunca menos de 7.

Estaba siempre fuera de clases porque en esa escuela había muchos actos y yo, al saber de música, me pedían que ayude a organizar la parte artística del acto.

Un día, en el salón donde solíamos ensayar, me encontré con una persona muy hermosa. Demasiado hermosa.
Ojos verdes, sonrisa perfecta ¡y estaba tocando la guitarra!
Su apariencia era de hombre pero su voz de mujer. Estaba muy confundida.
En un momento escucho que alguien le dice "facundo" ¿entonces es un hombre? ¿Por que me está gustando un hombre?

Busqué una excusa para hablarle y la encontré. Él no sabía como se hacía el acorde "fa sostenido menor" en la guitarra, así que me acerqué y se lo enseñe.
Desde ese instante comenzamos a hablar.
Notaba su energía un tanto femenina pero acentuada con masculinidad. Era raro y no lo entendía.

Después de hacer una larga investigación en Internet, descubrí que Facundo era un chico transexual.

Mi mamá me había explicado que los transexuales son los hombres que se disfrazan de mujer para prostituirse. Pero Facundo no se veia como yo me imaginaba a esos hombres. Lo veía distinto.

Después del ensayo, nos escapamos de la escuela. Mi corazón latía muy fuerte de tan solo pensar en que nos atrapen. Me sudaban las manos y estaba en estado de alerta.
Pero no pasó nada de eso. Simplemente salimos por la puerta como si nada y nos fuimos a jugar al pool.

Era divertido. Yo no era de esas chicas que solía escaparse de la escuela y Facundo tampoco. Eso lo hacía más divertido todavía.

Jugamos al pool por unas horas. Yo no sabía jugar, así que él me enseñó un poco ¡y logré meter dos bolas en un solo tiro!

Luego, antes de irnos a casa, antes de que amablemente me acompañara a la parada de colectivo. Me dijo tímidamente:
"No se si te gustaría tomar un café conmigo mañana "

Fue tan lindo y tan tierno que no pude decir que no. Pero
¿Y Juan cruz? No me importaba, no me importaba nada en lo absoluto. Facu me llamaba demasiado la atención.

Al día siguiente nos encontramos en donde jugamos pool para tomar un café, pero al final fuimos a una plaza. Me gustó, pero yo había llevado dinero para un café y me quedé con las ganas de uno.

Hablamos muchísimo. Sobre:
Música.
Política.
Sociología.
Filosofía.
La tarde se pasó rápido. ya debía ir a mi casa, pero me quedé de todas formas.

Se le ocurrió la idea de enseñarme "judo" (un arte marcial que él practicaba) la idea del movimiento que me estaba enseñando era que:  él me tomaba del cuello por atrás, yo, con el peso de su movimiento, lo lanzaría por encima mío hasta el piso.
No creí que me fuera a salir. Pero lo lancé y lo lastimé, aunque el negó haberse herido.
Después, puso una benda en mis ojos e hizo ruidos. La idea del "juego" era que Yo debía prevenir el ataque. También lo logré, lo lastimé y otra vez él lo negó. 
Me dijo:
"no te quites la benda"
Y por unos instantes hubo silencio. Lo sentí acercarse a mi lentamente, hasta sentir sus labios tan cerca mío que con un suspiro ya nos estaríamos tocando labio a labio.
Pero no pasó.  Solo me quito la benda suavemente y pude ver sus hermosos ojos verdes que hacían juego con el cielo naranja y los jacarandá que dejaban esparcir sus flores por todo el piso formando una hermosa alfombra Violeta. 

Ya eran las 20:30hs y debía volver a mi casa si o si, ya que mis padres me daban permiso hasta las 17:00hs. Nos pusimos en marcha, él insistió en acompañarme hasta la parada de colectivo y no pude decirle que no, nunca podía.

Pensé toda la noche en él. Necesitaba verlo otra vez.
Ya me encargaría de Juan cruz. Debía encargarme de él, no podía seguir viviendo así.

Borderline (I don't eat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora