mi amor

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Llegué de la clínicadirectamente a nuestro departamento. Mio y de mi amor.
Lo extrañaba,
lo necesitaba,
lo quería,
lo amaba.

En el instante en el que llegué, simplemente me tiré en sus brazos y llore. Lloré por haber distorsionado la realidad por no tomar mi medicación ¿y peor? Difundi esa realidad con muchas personas haciando quedar mal a noah.

Lloré por culpa.

Lloré por alivio de estar en casa.

Lloré por la felicidad de verlo otra vez y estar en sus brazos.

Le conté todo lo ocurrido en ese horrible lugar. Le mostré la mano marcada en mi brazo (que me hizo gonzalo) le mostré los rasguños de mi espalda y me desahogue.

Lloré...

No podía creer que ya estaba en casa, con mí gatito, con mí amor. Faltaba yo, yo estaba ausente.

Un día escuché una ambulancia y yo lo sabía. Eran los putos blancos que me venían a buscar, me llevarían a ese horrible lugar ¿Y lo peor? Seguro Noah los llamó porque ya no me aguantaba llorando. Seguro hicieron un complot con mis papás para llevarme allí otra vez.

Comencé a llorar aún más, no quería volver allí, no podía. Noah fingía no saber que me pasaba. Yo estaba completamente histérica, fuera de mí, me transformé en una bola de adrenalina, furia y miedo. Por sobre todo, dolor emocional.

Golpeé el marco de la ventana del balcón tan fuerte que rompí el vidrio, me lastimé y creo haber golpeado a Noah también, no lo recuerdo. Sólo retumbaba el sonido de la ambulancia en mí cabeza y las risas del estúpido de Gonzalo.

De la nada, esas voces se fueron apagando muy lentamente. A lo lejos, podía ver un salva vidas, escuchaba la voz de Noah tratando de hacerme entrar en razón. Me dejé guiar por esa voz y pude salir de ese infierno.

Pero ese infierno comenzó a pasarme seguido. Más ataques de pánico y ansiedad.

Un día recordé que paola me dio el número de sus padres para que yo la ayudara a salir de ahí así que me decidí y les envié un largo mensaje relatando lo sucedido. Inmediatamente, los padres me lo agradecieron y la llevaron a otra clínica pero el director de Vieytes justo era mí psiquiatra personal. Se enojó muchísimo conmigo y dijo que ya no me atendería más. Otra vez en la búsqueda de un nuevo/a profesional

Mis papás encontraron a una mujer muy simpática, psiquiatra, que tenía un turno disponible para mí. En cuanto hablé con ella directamente me dijo:

"te recomiendo una internación"

Los nervios se me pusieron de punta¿Otra vez a lo mismo? Pero me relaje y confíe en ella.

Silvia me aseguró de que nadie me quitaría mis cigarrillos, que nadie iba a administrarlos, que yo podía salir en cuando quisiera y que no ataban ni pinchaban a los pacientes con agujas.

Me convenció y acepté la internación...

Borderline (I don't eat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora