Secundaria V

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Salí de shopping con mi amiga Fatima. Nunca me gustaron los shopping, pero en esa época todos iban y no a comprar, solo a estar ahí. A dar vueltas y ni siquiera a mirar ropa.

Fatima era de esas chicas que iban al shopping a hacer nada y no estaba mal, solo yo no le encontraba el sentido. Así que me invitó y como era lo que se hacía, dije que si para no ser la única persona en toda la ciudad que no iba.

Mi mamá me dio algo de dinero para comprarme cosas, aunque le dije que no iba a ir de compras. Tomé el dinero y lo guarde en mis ahorros.

Me preparé. Decidí usar un jeans ajustado, tiro alto esta vez, porque estaba insegura de mi cuerpo ese día, como si de un día para otro hubiese aumentado noventa centímetros de cintura. Yo lo sentía así. Así que no podía usar jeans tiro bajo. Por supuesto que no. Luego me coloqué un top que al ser suelto y no tan corto, escondía mi grasa.

Una vez lista subí al auto y mi papá me llevó a encontrarme con Fatima.

Al llegar, ella me dijo la verdad. En realidad estábamos allí porque ella quería encontrarse con un chico y no sólo eso. El chico iba a llevar a su primo para que él esté conmigo.
Le pregunte por que no me lo dijo antes y afirmó que si me lo había dicho. En fin, discusiones que no llevan a ninguna parte, no valen la pena tenerlas. Por lo menos para mi.

Así que esperamos a los dos chicos (yo, obviamente, no tenía interés en estar con ninguno) y cuando llegaron, lo vi... era tan suelto al hablar, tan extrovertido, tenía tanto carisma que no pude evitar fijarme en él. No de una forma romántica, eso no. Pero si me llamaba mucho la atención ¿será porque era mayor que yo? Los chicos que yo había conocido tenían mi edad o trece años él tenía dieciséis. Quizá quera eso. Tenía que ser eso.
Pero había un problema... yo me estaba fijando en Agustin. El chico que le gustaba a Fatima y no en su primo, que lo había "llevado para mi"

Hablé de muchas cosas esa tarde.
Música
Danza
Libros no.
Política partidaria? Sociología? no.
No era una persona culta que digamos, pero igual llamaba mi atención.

Antes de irme me pidió mi número de teléfono para hablarme y, por supuesto, se lo dí. No me pareció algo malo. Si me pareció incensario lo que vino después.

Puta.
Yo era una puta porque "había robado el futuro novio" de Fatima.
Puta.

Mi intención nunca fue "robarle" el "novio" a nadie. Pero al parecer eso aparente hacer y si eso creian que hacía,  pues eso iba a hacer.

Los hombres son fáciles,  débiles.  No hay ningún hombre que yo no pueda tener y no por mi físico,  si no porque tengo la capacidad de analizar el comportamiento de un hombre,  ajustar mi personalidad,  mis gestos,  mi forma de hablar a él y PUM. Lo tengo a mis pies.
¿Ven?  Son fáciles de obtener. Así que me propuse hacer realidad lo que se decía de mi.

Para Agustín era divertido que yo sea bajita, empecé por ahí.  Cada algunos minutos le recordaba lo bajita que era y lo alto que era él. 

"Ay Agus, no llego al estante de arriba, ¿me ayudas?"

"Agus, esta silla es muy alta, no me llegan los pies al piso"

"Camina más lento que mis piernas son más cortas"

Así me fui ganando su confianza y su sus ganas de estar conmigo. 

Después de unas pocas semanas: ¡adivinen quien tenía novio!
Mi plan había funcionado,  le había "robado" el novio a Fatima.

Siempre fui una persona muy competitiva.  Me pongo metas y si no las cumplo me siento fracasada, insuficiente. ¿Y Si las personas me desafían? Mejor, más metas.
Yo sentí que: lo dicho por Fatima fue un desafío y pensé:
"Si vas a hablar por hablar, mejor lo hago realidad"

Por eso surgió todo eso.

¿En la escuela? Me odiaban, yo era una puta por haber echo eso. Hasta me llamaron por teléfono mientras yo estaba en una cena formal de la empresa donde trabajaba mi papá para amenazarme con golpearme.
¿Me importó? Claro, hasta lloré,  pero: ¿Quien tenía como novio a Agustín? Yo.

Pero no todo era cuento de hadas. Cada vez se me hacía más difícil soportarlo. A él,  a sus amigos, a su familia. No lo quería,  no me gustaban los hombres y para hacer un remate: él quería tener sexo.

Yo nunca había visto un pene. Solo en el "porno" con mi mejor amiga como comenté anteriormente.  Pero nunca uno real. Si no me llamaba la atención en pantalla  ¿por qué lo haría si lo viera en vivo y en directo?

Agustín era una persona muy machista. Al igual que muchos de sus amigos. Eso me molestaba bastante. No paraba de comentar lo mucho que le gustaban mis tetas o lo bueno que era mí culo delante de la gente. Según él, eran halagos.  También era muy ignorante y eso me sacaba de quicio. 
Siempre me discutía por cosas como:

"Los humanos no pueden vivir sin carne. Está comprobado científicamente"
decía él.

Y cuando yo le preguntaba que clase de estudios o tesis había leído, no me respondía ¿por que? Porque obviamente nunca había leído tal cosa. Hablaba sin saber y yo detesto a las personas necias que hacen ese tipo de cosas.

Después de un tiempo,  vi un video de comedia. En este se repetía la frase "el nene" así que yo, en broma, comencé a enviarle esas palabras una y otra y otra vez por mensaje.  De seguro se lo envié unas cuarenta y cinco veces. Sólo para molestar, porque estaba aburrida.

Cuando él respondió,  nunca entendió que yo bromeaba. Me preguntó:

"¿El nene soy yo?"

Obviamente no iba a explicar porque envié eso. Me daba pereza y me dio impotencia que no haya entendido que solo le envié mensajes para molestar.
Así que le dije que si, que el nene era él.

Después de unos días, cuando lo vi, estaba un tanto extraño.  Cariñoso por demás y de un momento a otro, grita, levanta los brazos y dice:

"Al fin me pude liberar, yo soy Agustín.  El nene se había apoderado de mi."

Quería meter mi cabeza mil metros bajo tierra. ¿En serio debo aguantar esta estupidez?

A partir de ese momento,  estaban:
Agustín: malhumorado y estaba "el nene": tierno y cariñoso. 

En la escuela,  vi pasar a una hermosa chica  no sabía su nombre ni a qué curso iba, pero me interesó mucho ¿y yo? Con ese idiota.

Después de exactamente seis meses de noviazgo le dije que si, que íbamos a tener sexo.
¿Por qué le dije que si?
Porque una chica de la escuela me desafío. Me dijo en un tono burlón:

"¿Con novio y virgen? Por algo será"

Con Agustín (o con el nene, no se con quien hable en ese momento) acordamos día, hora y lugar. Fue en mi casa.
Yo no me aliste mucho. Ni siquiera me bañé. No me interesaba gustarle. Sólo quería hacerlo para así dejarlo. También quería corroborar si me gustaban los hombres o no.

Comenzamos con el juego previo. Besos, caricias y PUM sexo.

En los videos porno las chicas hacían ruidos extraños, pero yo no ¿algo estaba mal conmigo?
En las porno las chicas piden "mas" ¿más de que? ¿Se supone que debo sentir algo distinto?

Después de unos diez minutos,  caí en que no me gustaba, es más, me generaba rechazo.  Por suerte llegó mi mamá.  Nos vestimos rápido y ella lo echó. 
Obviamente se enojo conmigo, pero yo solo estaba feliz de que haya llegado, de que me haya salvado de tan espantoso acto.
Cuando Agustín se fue, recuerdo decirle :

"Terminamos, soy lesbiana"

"Soy lesbiana..." nunca lo había dicho en voz alta, ni lo había pensado. Simplemente salieron las palabras de mi boca.

Ya era libre. Soporté tantas cosas como:

•hacerme la estúpida cuando me quizo llevar a un baño público para tener sexo.

•no discutir con su papá cuando me dijo "¿sabes cocinar? Porque mi hijo no se va a cocinar la carne él solo"

•soportar que su amigo me dijera "Agustín se debe morir de hambre con vos" (haciendo referencia a que yo no era virtuosa físicamente)

Etcétera,  Etcétera.

Me liberé. Ahora, a intentar conocer a esa chica de rulos rubios y ojos color cielo que tanto me gustó.

Borderline (I don't eat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora