secundaria VI

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Vos, que tus rojos abrazan.
Justo yo, que mis penas no calman.
Vos, que lo verde te aclama.
Justo yo, que mi alma te extraña.
Vos, que tu locura resalta.
Justo yo, que mi amargura predomina.
Vos, que lo dorado tanto te queda.
Justo yo, que mi corazón eso tanto anhela.

¿Cuántas mentiras dije para llegar a ese Violeta?

Y lo peor de todo es que me tiraste a un río negro en el que aún sigo ahogándome.

Espero que algún día, mía vida se torne con matices blancas y que no todo sea un cielo gris de punzante dolor que me carcome lentamente. Hasta no dejar nada, porque así serias feliz.

Al fin y al cabo tu objetivo es no dejar nada de mi. Chupaste todos mis colores y dejaste una hoja vacía.

Siempre me hiciste sufrir con los azules. También me hiciste saber que me odiabas profundamente.
¿Acaso no es eso el amor?
Odio disfrazado.
¿O tambien me hiciste tener una idea errónea del amor?

Te amo profunda y verdaderamente. Por eso hice todo esto.

Primero me senti un poco mareada, se me dormían las extremidades. Expulse un poco de lo ingerido. Espero obtener mi resultado de todas formas.

No me queda mucho tiempo en este arco iris. Solo lo hago por amor. Vos me lo enseñaste. No estoy loca ...

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La conocí en una fiesta de pura casualidad. Ya la había visto antes en los pasillos de la escuela, pero Nunca pensé en conocerla. En admirar tanto su belleza, pureza en vivo y en directo.

Traía puesto un vestido celeste que le llegaba hasta las rodillas. Unas zapatillas negras y el pelo atado en una cola de caballo muy larga. Era hermosa. Lo es.

Lo primero que me atrapó fueron sus labios. Tan bien formados y al arquearlos formaban la sonrisa más perfecta que jamás había visto. Luego vi sus ojos, eran color cielo y hasta cambiaban de color junto al mismo. Todo de ella me parecía perfecto. Tenía un sentido del humor un tanto negro pero al mismo tiempo era sensible a temas políticos. Era culta,Era ella, la mujer de mis sueños.

Yo necesitaba probar esos labios ¿a que sabrían? ¿Como se sentirían? Mi corazón latía demasiado fuerte y mi cara estaba muy colorada por el simple hecho de su presencia.

Decidí ponerme en campaña para darnos el primer beso pero ¿que excusa pondría? ¿Y si no le gustan las mujeres? ¿Y si no le gusto yo?

Por suerte,  no recuerdo quien, tuvo la idea de hacer "besos de a tres"
Teníamos catorce años y estábamos experimentado la vida, normal ¿no?
Primero nos dimos un beso blanca, Victoria y yo. Después Nestor, camilo y yo. Pero lo que más quería era estar sólo con ELLA. Y al fin nos tocó.  Blanca, ella y yo. No pude sentir bien sus labios,  porque los de Blanca estaban estorbando.  De un momento a otro dije:
"¿Y si solo nos besamos vos y yo, después Blanca se suma al beso?"
Ambas dijeron que si. Comencé a besarme con Ella. Fue tierno, impulsivo,  con muchos fuegos artificiales. Con muchas mariposas en el estómago. 
Cuando terminamos el beso caí en cuenta de que blanca nunca se había agregado (por suerte). De igual Manera le pregunté que había pasado, a lo que respondió:
"Es que ustedes no me dejaron. Estaban muy juntas"
Me gustó su respuesta.  Quería decir que a Ella también le había gustado el beso.

Pasaron varias fiestas y ya se hizo rutina. Siempre que nos veíamos nos ocultabamos para hacer besos de a tres. Siempre era Ella, yo y alguien más.
Para mi, era una excusa para tocar sus adictivos labios. Pero no sabía si Ella sentía lo mismo y esa incertidumbre me desmoronaba. Necesitaba saber que sentía.

Siempre hablábamos por mensajes, todo el día todos los días. Pero en la escuela nos ignorabamos.
¿Se avergonzaba de mi?
¿No me quería?

Un día, con mi familia fuimos a el campo de mi abuela y ¿por que no invitarla? Lo hice y su respuesta fue positiva. 
Milagrosamente vivía a pocas cuadras de mi casa, así que la pasamos a buscar y nos pusimos en marcha.

En el camino no hablamos tanto, pero cuando llegamos, lo hicimos hasta por los codos.

Parecíamos dos niñas de cinco años jugando en las hamacas, tobogán y por sobre todo, en el barro. Si. En el barro.
Primero empezamos a sentirlo con nuestros pies. La sensación era tan satisfactoria que terminamos en bikini rebolcandonos. Fue un día muy divertido y que no olvidaré nunca. Esa noche nos envolvimos en ternura y  acurrucamos en dulzura. No hablo de sexo. Eso no. Hablo de algo que va mucho más allá de lo físico.  Fue un sentimiento único.  Me estaba enamorado.

Después de unos meses de vernos de manera regular.  De extrañarnos. Por fin pregunté. Le pregunté si quería ser mi novia oficialmente. 
Su respuesta no fue lo que esperaba porque tampoco la entendí. Tenía dos suposiciones.

A)  no quería estar conmigo porque no sabía se le gustaban las mujeres

B) temía lo que el resto de las personas pensaran de ella por ser lesbiana.

Nunca lo supe, hoy en día, después de años. Tampoco lo sé y me quedaré con la duda.

Pasaron las semanas y mi ansiedad me obligó a volver a preguntarle si quería o no ser mi novia. A demás no me había quedado claro lo que me había dicho anteriormente.
Cuando me dijo que si yo no sabía como reaccionar.
Tenia novia.
Mi primera novia.
Estaba con una princesa enpoderada.
Estaba con la mujer más hermosa existente en el planeta.
Pero no sabía como reaccionar.  Nunca había tenido pareja antes. Agustin no contaba como pareja ya que yo no lo soportaba.

Sólo estreche mis labios en un beso profundo y sincero de agradecimiento.
Agradecida por quererme, aceptar mis locuras y demostrarlo.

A partir de ahí me propuse mejorar por ella.
Basta de mentiras estúpidas.
Basta de "metas" idiotas.
Basta de ayunos prolongados.
Pero no pude y eso arruinó todo. Lo arruine y la perdí.

Eramos la pareja perfecta a simple vista. Juguetonas, amorosas, siempre riendo y lo más importante: siempre juntas.

Pero por primera vez, todos mis síntomas de un transtorno que no sabía que tenía me jugaron en contra en mi vida cotidiana.

Cuando ella me enviaba demasiados mensajes exigiendo una respuesta,  yo la detestaba y le contaba a todas las personas posibles.

Cuando estaba con ella me embobaba su belleza,  la calidez de su voz y me encargaba de que todos lo sepan.

Cuando no la veía por mucho tiempo la extrañaba, y todos lo tenían que saber.

Cuando la veía demasiado me ahogaba y como vengo diciendo, todos lo tenían que saberlo

TLP: transtorno limite de personalidad, o borderline.
Siempre al limite de todo. La vida es blanco o negro, no existen grises. O me odio o me amo. Estoy feliz o con un cuadro depresivo.  Tengo anorexia o me atraganto con comida.
Nunca un ponto medio.
Eso mismo me pasaba con Ella. Me irritaba todo o nada. Era la perfección o mi pesadilla.

No sé cómo ella lograba soportarme. hacia que su vida fuese imposible.  La torturaba con mi paranoia.

Después de unos meses de autodestrucción con drogas, mentiras obvias y peleas con el amor de mi vida: vino mi viaje de quince años. Lo que sucedió en ese viaje fue una flecha directa a mi corazón que al día de hoy no deja mi psiquis en paz.

Borderline (I don't eat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora