otra mudanza

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Yo no soportaba vivir pensando en dinero porque lo odio. No me gusta, no lo soporto. Trae preocupaciones, peleas etc. O por lo menos así lo viví toda mí vida.

Tras muchas discusiones con mí pareja, decidí mudarme a la casa de mí primo.

La casa se viene a bajo. Está mal construida, rota, se inunda, pero no hay que pagar alquiler, impuestos y demás. Sólo había que preocuparse por comida y por eso me quería mudar con él.

Fue una decisión difícil para Noah, ya que en el departamento teníamos nuestro espacio, nuestro lugar. Pero yo ya no podía vivir allí.

Nos pusimos manos a la obra y comenzamos con las preparaciones para la mudanza.

•Tiramos lo que era para la basura.
•llevamos a la casa de mí primo los muebles
•hicimos una limpieza profunda en el departamento, lo dejamos como nuevo
•pintamos las paredes, techo, lustramos el piso etc.

Me pareció medio injusto hacer todos esos preparativos, ya que, cuando nos mudamos allí, el departamento era una mugre total tanto en la cocina, cómo en el baño, piso etc.

Cuando ya teníamos todo listo, llamamos a Natalia, la abogada encargada de los trámites del departamento y... Todo salió mal.

Me dijo que:

•todo estaba mal pintado.
•había mugre en el piso
•que mí gato no podía estar allí
•que no podía aceptar el departamento EN ESAS CONDICIONES

Me comenzó a subir mucha adrenalina a la garganta o así lo sentía yo. Le dije que era una estúpida y muchos insultos más fuertes. A lo que ella respondió:

"De esto se va a enterar tu papá, yo no le hice la revición al dueño anterior porque tu novio y vos se querían mudar rápido"

La invité no muy amablemente a irse. Porque confesó algo no muy legal que digamos.

Cuando mí novio llegó, se enojó muchísimo, al igual que yo. Así que hablamos con mí papá para que él se encargue de ella sin matarla a golpes mientras Noah y yo nos mudabamos a empalme villa Constitución. El pueblo donde vive mí primo.

Al llegar nos dieron una cálida bienvenida. Mí tía, que no vive allí pero justo ella estaba, me abrazó y lloramos juntas. Nos ayudó a acomodar los muebles, nos inventó una habitación usando otros muebles como pared y nos relajamos por primera vez en días.

Sólo había un pequeño detalle...

No vivíamos sólos, vivíamos con una rata

Borderline (I don't eat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora