clínica vieytes

24 0 0
                                    

Mi psiquiatra me dibujó la clínica como la mejor de todas. Pensé que sería distinta a la clínica avenida o mejor aún.  Me aviso queno podría llevar celular ni encendedor pero si mis cigarrillos,  que con eso no habría problema. Estuve de acuerdo y me puse en marcha a la clínica tan bonita que me habían dicho que era.

Al lleguar me dieron mi habitación.  Parecía una cárcelcon sus pabellones y puertas rotas de tantos golpes, pero no presté atención. 

Al llegar a la habitación les di mi bolso para que lo revisaran, como hicieron en la clinica avenida, pero me dijeron:

"Acá confiamos en los pacientes,  dame vos las cosas que sabes no podes tener"

Les di mis pastillas (que traía en la muchila ya que yo me iría a la casa de mi amiga, recuerden) les di mi crema de cannabis y un par de cosas más.

Me pareció fascinante que no me desarmaran el bolso y me hagan un chequeo corporal como en otras clínicas.  Ya me sentía en un lugar seguro.

Me trajeron unos tranquilizantes y me dormí,  no me parecieron necesarios,  pero los tomé. 

Mí compañera de habitación era una mujer mayor que no paraba de gritar. Estaba postrada a la cama. Gritaba y gritaba. Nadie sabía por qué, hasta que descubrieron que tenía un moretón gigante en la espalda junto con un poco de sangre y olor a podrido.

Me dormí por los tranquilizantes.

Al despertar,  quise tomar mates y fumar cigarrillos. Así que fui a la enfermería a buscar mis cosas (porque ellos te las guardaban)
La enfermera, muy enojada, me dijo:

"Se dan diez cigarrillos a la mañanay diez a la tarde noche"

Me quedé atónita ¿como es eso posible? Si yo fumo más que eso... (pensé) y si no fumo me da ansiedad y si me da ansiedad, entro en crisis.

Me quedé mirando a la enfermera hasta que esta me dijo:

"Te los doy porque sos nueva, pero la próxima veni al horario correspondido"

¿sólo diez cigarrillos? Los tenía que administrar bien...

A los minutos me dan otro tranquilizante ¿para qué? No lo necesitaba. Me aguanté el sueño para poder leer pero la saliva se caía por si sola de mi boca como si estuviera en un sueño muy profundo. Veía borroso hasta que me despertaron para la cena. Me había dormido.

Me desperté con los gritos de mí compañera de habitación. Ella Ya no podía más, ya no quería luchar más. Dibujé un círculo de protección energética en una hoja y la puse debajo de su cama, para que se vaya en paz, con calma, tranquila y así fue. Su último suspiro, fue de alivio...

Mi cena consistía en ensalada. Siempre ensalada ¿era rico? No ¿me ayudaba a adelgazar todo los kilos que subí viviendo con noah? Si. Así que callada la boca, comía y a veces ni me terminaba el plato.

Una noche, me trajeron a una nueva compañera de habitación, como si fuéramos números, reemplazables. Ella tenía una sobredosis y alergia al  aroperidol. Se retorcía en la cama como si estuviera poseída.  No pude dormir por miedo a que muera y ella tampoco.

Su nombre era paola. Estaba muy perdida.  No paraba de repetía cosas, gritando, como:

"Estamos bien chiques, estamos bien, no estén tristes, no lloren, yo estoy acá para curarlos"

A lo mejor estábamos jugando a las cartas o riéndonos y ella venía y decía esas cosas. Todos y todas se enojaban porque molestaba pero yo sentía pena.

Un día, paola, empezó con el rollo de que; "quería fumar" entonces le pedía cigarrillos a todo el mundo. Te lo pedía bien una, dos, tres veces y si no le dabas se ponía violenta (verbalmente) hasta que pasó algo que yo no creí que pasaría.

Dos enfermeros tomaron a paola de manos y pies y la ataron a la cama de los mismos. Ella lloraba y lloraba. Hasta pidió para ir al bañoy, al no hacerle caso, se orinó encima. La dejaron así unas cuantas horas y no se si días.

Cuando al fin la desataron, fue a pedir cigarrillos a enfermería y el enfermero que estaba (gonzalo) de guardia le dijo:

"Si me das un beso te doy un cigarrillo"

Ella, aún perdida, se lo dio a lo que gonzalo le dice en tono burlón a un paciente:

"Si por un beso le das un cigarrillo ¿que hará por un atado completo?"

Yo me largue a llorar porque no podía hacer nada por ella. La impotencia,  el asco hacia gonzalo, la ira no podían mas conmigo. ¿qué podía hacer? Pedir una pastilla para calmarme. Yo también era vulnerable.

Un día me quedé sin cigarrillos porque me los robaron, así que fui a pedir a enfermería uno aunque sea para fumar antes de dormir ¿quién estaba en la enfermería? Si, gonzalo. Me dijo que no me daría nada y que me fuera a dormir por lo que entré en crisis. Él simplemente dijo que yo llamaba la atención y me preguntó:

"¿Te gustan los cigarrillos mentolados o comunes?"

"Los comunes" respondí

"Entonces te doy uno mentolado y te vas a dormir" me dijo con voz burlona y mal intencionada.

Con lágrimas en los ojos, fumé ese asqueroso cigarrillo mentolado. Al terminarlo, él me tomó muy fuerte del brazo, me tiró en mi cama y me encerró con llave en mi habitación.

¿donde estaba ese lugar hermoso del que me había hablado mi psiquiatra?

Esa noche me arañé toda la espalda hasta dejar mi remera llena de sangre.

Sentía odio
Sentía angustia
Sentía impotencia
Te odiaba gonzalo
Te odio gonzalo
Me odiaba
Me odio

A las personas les decían:

"Toma las vitaminas porque no salis al sol"
Pero eran pastillas que los drogaban

"Te voy a inyectar b12 porque no comes tanto"
Mentira, nadie vigilaba quien comía y quien no. Les hacían terapia de sueño.

Era un lugar horrible y yo debía irme.

Hablé con la única persona que me entendía.  Una médica que estaba haciendo la recidencia, brasilera, muy buena. Le dije que me ayude a irme, se lo dije con desesperación,  con una mano en el corazón,  se lo dije con angustia, con una mano en el pecho que me dolía: se lo dije.

Esa noche, a escondidas de el estupido machista de gonzalo,  llamé a mi mamá para que empiece los trámites e irme. Mientras tanto, la médica también se puso en marcha.

Al día siguiente me fui de ese maldito lugar, pero no en paz, porque los blancos me perseguirian en mi mente siempre

Borderline (I don't eat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora