vualta de el viaje de 15

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Para ese entonces ya estaba muy delgada. Pesaba unos cuarenta y siete kilos. No eran suficientes,  pero si me sentía bastante bien conmigo como para usar ropa apretada y mostrar mi abdomen todo el tiempo. Mis papás ya me dejaban salir, así que podía pesarme en la balanza de la farmacia que estaba a pocas cuadras de mi casa.

Vomitar me hacía sentir bien. Pero no lo hacía solo por expulsar la comida, si no para sacar el veneno de mi cuerpo: culpa, dolor, sufrimiento,  rencor, enojo...

Cuando me enviaban mensajes anónimos diciendo que era un chancho muerto de hambre, vomitaba.

Cuando Fabri me engaño en un falso abrazo para después decirme:  "ay, que asco, estas re flaca" yo vomitaba.

Cuando Ella terminó conmigo porque  "estaba confundida" yo vomitaba escuchando la canción "besame mucho" (si, el drama siempre fue mi fuerte)

Vomitaba, vomitaba y vomitaba para deshacer el nudo que tenía en el pecho y no me dejaba respirar.

Una tarde decidí bailar en público con una compañera.  Practicamos por meses la coreografía,  ya que era difícil,  tras practicar y practicar llegó el día.  Estaba muy bien vestida, me quedaba linda la ropa. Vestía una calza negra, zapatillas negras de salir y un top blanco muy corto y ajustado. Mi amiga traía la misma ropa pero un top negro en vez de blanco.
Al bailar, me sentía empoderada,  que nada ni nadie podría conmigo,  me sentía superior,  perfecta. Hasta que la vi. Ella, la mujer de mis sueños estaba besando los labios de otra chica delante mío mientras yo bailaba.
¿Por qué me hace esto?
¿Es necesario hacerlo en este momento y lugar?
¿Por qué?
Me odio.

Al terminar el baile no pude evitar ahogarme en mi propio mar de lágrimas, no quería ver tal acto de amor porque yo no tenía ese amor.

Al llegar a casa, esa noche, tomé mi celular y me encontré con unos mensajes espantosos.

"Pareces una vaca"

"¿Como te vas a poner esa ropa tan apretada siendo tan gorda?"

"Parecías un chancho muerto de hambre"

"Anorexica de mierda"

"Bailaste horrible"

"¿Cuando te vas a dar cuenta de que nadie te aguanta? Puta"

Etc.  etc.

Todos fueron mensajes anónimos así que yo no podía saber quien o quienes podrían ser tan crueles con un compañero de clases. O con otro ser humano.
¿Lo peor de todo?
Me desafiaron. Me desafiaron a estar hasta los huesos. ¿Quieren que esté más flaca? Miren como puedo...

La escuela se volvió un entorno de pesadilla.  Nadie me quería, todos se alejaban, me evitaban.

Una tarde, en la hora del almuerzo belén y yo fuimos a uno de los salones de danza de la escuela, para comer sin tanto barullo, más tranquilas. Nos sentamos en el piso. No pasó ni una fracción de segundo que se incorpora para decir:
"mi comida está fría, iré a calentarla, esperame acá que ya vuelvo"

Yo aproveche su ausencia para tirar mi comida. Pasaron cinco minutos, diez minutos,  quince, quizá había mucha fila para calentar la comida.  Treinta minutos. Ya me estaba aburriendo. Cuarenta minutos.  Ya se estaba terminando la hora del almuerzo. Decidí ir a buscarla.

Salí del salón y me dirigí a las primeras escaleras cuesta abajo. No estaba en ese piso. Seguí bajando otro tramo de escaleras y la vi. Estaba sentada tomando mates, tocando la guitarra, riendo. Se había olvidado por completo de mi.
Me dirigí hacía ella con paso firme para que me diera una explicación,  pero solo dijo, riendo:
"¿De verdad te quedaste ahí cuarenta minutos? Yo me había re olvidado"
¿Así de fácil me descartan? ¿Así de fácil me abandonan?

Poco a poco, me fui quedando sola y sin entender el por qué.  Cada vez me trataban peor, cada vez me odiaba más.

Pero mi vida cada vez se tornaba peor

Borderline (I don't eat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora