Alternativo -6: Un gran padre.

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Al oír aquella exclamación, varios voltearon hacia dónde provino. Rápido, como una flecha se acercó el dios gato haciendo a un lado a los que estaban cerca de la muchacha, quien al no poder explicarle nada por todos los comentarios de los que estaban a su alrededor, escondía su cabeza entre los hombros, como si esperara un grito o regaño.

Bills al estar en frente de ella, la miró de pies a cabeza como un escáner analizando a la muchacha que hace rato había traído su asistente. Luego dirigió su mirada a ese bulto entre sus brazos, una cosita pequeña envuelta en una manta celeste.

Ese Ki, ese Ki no era normal en un mortal. Por un segundo creyó en lo que habían dicho los humanos. La mirada acusante del Dios, la hizo entender que era lo que quería. "Muéstrame" decían esos ojos. Lo hizo, pero con ello también una declaración.

-No es hijo de su ángel. Se lo aseguro -le creyó. La mirada que tenía esa muchacha era inocente. Se notaba que decía la verdad. Además, no se veía capaz de meterse con alguien como Whis, y pensándolo bien, jamás se imaginaba a Whis en esa situación. Menos que una mujer sintiera atracción hacia él, o algún deseo. Es que... Lo veía un poco afeminado, por no decir otros términos. 

¿Entonces ese Ki qué? Miraba a su alrededor buscando a su ángel, pero no lo vió. Luego le pediría explicaciones. Sabía que ese asunto no parecía ser uno "normal".

-No sabía que el señor Whis tuviera un romance -comentó de manera pícara Bulma, ganando que Bills voltee a verla.

-¿Que cosas dices, mujer? ¡El mocoso no es de Whis! Basta con verlo como para darse cuenta que si fuera de Whis, tendría menos... Atractivo -dió por terminado el caso, en conjunto de esa mirada que le dijo a todos que no insistieran con el tema ya que no era cierto. Lo dejó como una coincidencia de aspectos.

-Bueno, tiene razón. Eres muy lindo para ser hijo de ese tragón de Whis -le habló de forma juguetona al pequeño ángel.

Con el par de ángeles, la conversación se tornó sería en su totalidad. Daishinkan le explicaba de asuntos que giraban entorno al pequeño ángel. Por su mente solo pasaba una interrogante, ¿Que tenía de especial esa joven como para que su padre dejara en ella un bebé ángel? Y ¿Por qué decidió tenerlo de esa forma tan mortal? Había sentido últimamente la presencia de su padre en el universo, como también el ki de ese ser que obviamente era su hermano, lo sintió desde el momento en que comenzó a desarrollarse. Tragó grueso para armarse de valor y preguntarle. Preguntarle por qué tomó ese riesgo.

-Por amor -sus labios tuvieron más poder que sus juicios y dió esa respuesta que su débil corazón no pudo evitar soltar, tomando dominio de sus palabras.

Esas palabras causaron grandes repercusiones en su hijo, que jamás se imaginó escuchar eso. Si bien siempre era sabido no tomar un especial afecto a cualquier cosa, más siendo relacionado con lo mortal, él se tomó el atrevimiento. Más sabía no nublar su juicio y seguir ejerciendo con la neutralidad debida a su puesto y raza. Pocos lograban eso, Whis sabía que su padre obviamente tendría ese poder sobre su corazón, sobre sus emociones.

-Esa es una de las razones. Por otro lado, he querido experimentar algo más... Mortal, Whis. Sé los riesgos que corría al dejar uno de los nuestros en manos de una mortal de esa manera, pero sé también la manera en que se debe manejar la situación. No, no me preocupa los riesgos que corre tu hermano por quienes quieren apoderarse de él. El verdadero peligro lo atribuyo más a...

-Zen Oh Sama... -Whis terminó la frase- Un mortal no puede tener en su poder a un ser divino, sea Dios o ángel. Por ello, si se entera de lo que usted ha hecho, implementará la ley y posiblemente un castigo -Whis puso en palabras lo que Daishinkan ya sabía, lo que lo traía a hablar con él.

Débil CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora