CAPÍTULO 18| COMPRAS

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CAPÍTULO 18

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COMPRAS

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Cerré la puerta del asiento del copiloto y me abroché el cinturón.

Viktor suspiró.

—¿A qué esperas? —preguntó Arashi poniendo su cabeza entre los dos asientos delanteros—. ¿A una invitación? Venga, arranca el coche.

—Me estoy preparando mentalmente para pasar una tarde aguantandote.

—Dirás que te tengo que aguantar yo a ti.

Viktor negó y arrancó el coche.

Los cinco primeros minutos fueron bastante silenciosos, Viktor conducía, Arashi miraba su móvil y yo observaba por la ventana.

—¿Puedo poner música? —pregunté al cabo de unos minutos. Tanto silencio me ponía nerviosa.

—No quiero volver a escuchar a tus coreanos —dijo Viktor mirándome de reojo—. Eres peor que Luc.

Alargué la mano y conecté mi móvil al altavoz y sonreí.

—No te preocupes. No son coreanos —dije poniendo una canción de Hua Chenyu¹—. Escucharemos canciones chinas.

Viktor bufó, pero siguió conduciendo en silencio.

—Después te quejas de mí, Viktor —dijo Arashi volviendo a asomar su cabeza—. Eres incluso igual o más amargado que yo.

—Discrepo.

—¿A que es cierto, Lyssa? —me preguntó Arashi.

Miré a los dos y posé mi mirada en Viktor sin poder contestar.

—¿Ves como tengo razón yo? —inquirió Arashi—. No dice nada, pero te está observando. Tendrá miedo de decirlo. Normal, si llevas 24/7 esa cara de haber pisado mierda.

—No hablemos de caras, Arashi.

—¿Por qué? Si te atreves a decir algo de mi hermosa cara, declárate hombre muerto.

—¿Está muy lejos el supermercado? —pregunté al sentirme tan excluida de la conversación. Y también para que la discusión no fuera a más, no me apetecía presenciar una pelea dentro de un coche.



★★★



Agarré un carrito y entré al supermercado junto a Arashi, mientras Viktor encontraba sitio para aparcar el coche. Habíamos decidido salir antes, para así aprovechar todo el tiempo posible.

—¿Nos dividimos la lista? —preguntó Arashi sacando el papel con todas las cosas básicas para comprar que nos había pedido Luc—. Así tardamos menos.

—Buena idea.

Arashi cortó el papel por la mitad y me dio un trozo.

—¿No esperamos a Viktor? —pregunté cuando Arashi fue a coger una cesta y a empezar a comprar. Yo fui a por un carro, no me apetecía tener que agacharme todo el rato.

Viviendo con ViktorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora