| Douma |

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MODO DE NARRACIÓN: tercera persona (ellos).

Pedido de: tortugamorfa , espero te guste.

AU! Omegaverse.

━bastante corto, quise que sea más un escenario.

Quién diría que una desgracia así ocurriría justo cuando todo comenzaba a tomar rumbo en su vida

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Quién diría que una desgracia así ocurriría justo cuando todo comenzaba a tomar rumbo en su vida.

Fué cuestión de minutos para que todo lo que conocía desapareciera.
Su madre, sus hermanos, incluso al alfa que alguna vez amó.

Ahora que lo pensaba, ¿por qué lo pensaba así?

Hm...'desgracia', claro. Él mismo fué el culpable de tales actos, nadie más que él mismo.

A los ojos de todos era un simple omega el cual todos pueden usar para su placer como si fuera una máquina de bebés o que solo servía para calmar los celos de cualquier alfa que se le atravesara.

Estaba harto de todo eso. Siempre siendo obligo a cumplir las órdenes de los demás y debiendo total sumisión solo por su jerarquía, maldecía haber nacido como la más débil de todas y no como alguna otra.

Incluso ser un beta era mejor que ser omega.

Pero aquella noche dió final a todos los abusos que sufrió por parte de su misma familia, incluso de su anterior compañero que se atrevió a engañarlo justo frente a sus ojos.

Pero ah, ya no importaba. Ellos ya no seguían con vida y no podrían molestarlo más.
Todos decían que al acabar con la vida de alguien siempre cargarías con la culpa en tus hombros, entonces...¿por qué él sentía tanta paz?

Ningún rencor, o siquiera algún arrepentimiento. Nada.

Miró hacia el cielo, donde ni siquiera la Luna lograba iluminarlo.
Al vivir justo en medio de un bosque podrían pensar que se trató de un oso o incluso otro animal salvaje.

La sangre que aún goteaba desde el filo del cuchillo que usó cayó sobre el suelo y salpicó un poco sobre su pie. Bajó la vista para mirarse a si mismo, su antes blanco kimono ahora era manchado por la misma sangre, teniendo desde salpicaduras hasta directas manchas al estar en contacto con un gran charco.

No le importaba en lo absoluto, después de todo ahora se sentía libre y vivir o morir ya era decisión del destino, él estaría de acuerdo con cualquier futuro que se le ofreciera..

El canto de los grillos, la alta hierba meneándose con el viento, las pocas campanas de viento que colgaban desde el techo del hogar detrás de él, su calmada y lenta respiración, todos aquellos sonidos que le hacían darse cuenta de lo solo que estaba.

Ya no tenía a nadie.

Y eso lo hacía sentir feliz.

Pero entonces una helada brisa que contradecía a las otras apareció.
Varias hojas de los árboles fueron arrancadas de su lugar y ahora revoloteaban por el aire.

Creyó que aquello era normal, pues invierno se acercaba, pero cuando escuchó una risa divertida y una presencia aparecer detrás suyo se mantuvo alerta, mirando hacia atrás donde aquella abrumadora presencia estaba.

-Vaya, vaya. ¿Fuíste tú?━preguntó aquel ser.-

Su voz sonaba...rara. Una mezcla entre relajada, burlona y coqueta, a su punto de vista era hinoptizante de cierto modo.

-¿Cómo te llamas, pequeño?━volvió a pronunciar, dignándose a salir de entre las sombras y dejar que la poca luz de la Luna lo iluminara.-

Él arrugó su nariz. Aquel extraño tenía unas intensas feromonas que opacaban por mucho las suyas y su apariencia era...cómo decirlo....¿atractiva? No sabía como describirlo.

-No soy un niño, no me trates como tal. ¿Y por qué debería decírtelo? Ni siquiera se quién eres━retrocedió algunos pasos, sosteniendo el cuchillo con más fuerza por si a aquel peli-plateado se le ocurría sobrepasarse.-

-Cierto, ¿dónde están mis modales?━sonrió, mostrando sus afilados colmillos y desde detrás de su espalda sacó un abanico, señalándose a si mismo con dicho objeto━Permíteme presentarme, soy Douma.-

Miró con extrema atención su apariencia.
Su cabello era plateado, con unos ojos multicolor que eran bastante bellos, era alto, vestía elegante y obviamente, era un alfa.

Las dulzonas feromonas del peli-___ eran percibidas perfectamente por aquel peli-plateado, deleitándose en silencio por aquel delicioso aroma que le abría el apetito y le incitaba a devorarlo, aunque se obligaba a si mismo a no hacerlo y en su lugar la curiosidad le carcomía, quería saber a toda costa el por qué un simple omega hizo tales actos atrozes.

-¿y bien? ¿Vas a presentarte o quieres quedarte de misterioso?━se acercó unos pasos a él, abanicándose ligeramente y achicando sus ojos, señal de una sonrisa.-

Lo pensó por unos minutos.
Aquel extraño para nada era confiable, pero...¿por qué no arriesgarse? Tal vez así tenga algo de emoción en su vida.

Un total loco, tal vez.

-hm..llámame _______, mi apellido no importa━se sentó sobre la madera aún manchada de sangre, jugando con sus pies aburrido.-

Douma imitó su acción, estando ahora junto a él, ambos mirando el cielo en silencio.

-Eres interesante.-

Aquello lo desconcertó. _______ miró extrañado al más alto, ladeando la cabeza hacia la derecha y sin molestarse en ocultar sus feromonas que expresaban perfectamente sus emociones.

-¿Te gustaría convertirte en demonio?-

Eso sí que no se lo esperaba.

Miró al interior de su hogar por última vez y luego a aquel de ojos arcoíris, relajando su actitud y tomando aire para su próxima respuesta.

-Bueno, ¿tengo otra opción?-

-Hm..━miró hacia arriba, pensándolo un poco━realmente no, a menos que quieras ser devorado.-

-...entonces, está bien. Acepto convertirme en demonio.-

Douma volvió a sonreir en grande, ocultando la mitad de su rostro con su abanico.

-perfecto.-

Veía bastante potencial en aquel chico.

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Cualquier falta de ortografía favor de avisar.

Aphrodite | Kny x male! readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora