━━¡One shots!
hay miles de historias donde puedes estar con tu personaje favorito de Kimetsu, pero, no hay muchas donde seas un chico.
este 'libro' te da la oportunidad de serlo! pasa y diviértete!
¡con mi imaginación activa me es imposible estar...
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De nuevo en el baño.
El espejo con grietas gracias a los golpes que él mismo hizo por la furia, sus mechones de pelo estaban esparcidos por todo el lavabo y en sus manos sostenía las tijeras con las que realizó tal cosa.
Lágrimas resbalaban de sus mejillas, no tenía la parte superior de su kimono y eso dejaba a la vista las vendas mal puestas que rodeaban su pecho, odiaba lucir 'femenino' y no ser reconocido como un ''verdadero hombre''. Él estaba apoyado y mirándose al espejo, sin dejar de llorar jaló de su ahora corto cabello y miró hacia abajo, abriendo el grifo y viendo como uno que otro mechón resbalaba gracias al agua.
Estaba harto, odiaba todo de si mismo. Su rostro, su cadera, su cintura y en especial, su pecho, todo le gritaba indirectamebte que nunca podría ser visto como alguien igual al resto. Volvió a cerrar el grifo cuando la mayoría de su cabello desapareció, dejó las tijeras en su lugar y subió su kimono de nuevo, aún con su semblante deprimido salió del baño.
El día era nublado, para nada cooperaba con su estado de ánimo y solo le hacía sentirse peor de lo que ya estaba. Y todo empeoró cuando su madre apareció frente a él, acompañado de su hermano mayor.
-《D/N》, ¿estás-? ¡¿Pero qué te hiciste?!━la mujer dejó caer al suelo la cesta de ropa limpia que sostenía y se acercó de inmediato hacia él, tomándolo del rostro y mirándolo con enojo.-
La peli-__ lo fulminó con la mirada, casi hechando humos por las orejas.
Era cierto que nunca llegó a algo así, lo más allá que llegaba a hacer era símplemente llorar o lamentarse, pero en esta ocasión no lo resisitió más y decidió deshacerse de aquello que lo caracterizaba tanto.
Su cabello.
El cual antes llegaba hasta su cintura y ahora estaba por la mitad de su nuca, alborotado gracias a los pequeños mechones que dejó más cortos que el resto. Su hermano detrás de su madre sonrió ligeramente, pues él era quien únicamente apoyaba a su hermano menor.
-¡Eres una tonta!, ¿Cuántas veces te he dicho que dejes tu estúpidez de creerte hombre?━le dió un tirón de oreja, haciéndole soltar un quejido por lo bajo pero tratando de resistirlo.-
-¡Mamá, ya déjalo en paz!━el pelinegro atrás de ella se acercó y la hizo soltarlo, colocándolo detrás de él de manera protectora.-
-¡¿Tú también?! ¡¡Ella es una señorita, es una completa idiotez que se crea hombre!!━con furia le dió una cachetada, más eso no le importó y solo tomó la mano del menor para largarse de ahí sin decir algo más.-
