Aphrodite | Kny x male! reader

| Shinjuro Rengoku |

MODO DE NARRACIÓN: Tercera  persona (ellos).

-Hey, Kyojuro.-

-¿Sí?-

-Me gusta tu papá.-

-...¡¿QU-

[ • • • Hace 20 años • • • ]

Ser un Pilar es complicado.

Siempre teniendo que cuidar de otros, protegiéndolos con su propia vida, derrotando a un sin fin de demonios con tal de que las muertes desaparezcan o siquiera disminuyan.

Pero, ¿Quién los protegía a ellos cuando estaban en peligro?

La lluvia caía con fuerza y empapaba con totalidad su uniforme, creando así un río con su sangre que goteaba sin parar desde distintas partes de su cuerpo.

Con el pasar de los segundos su visión se tornaba más y mas borrosa, un pitido en su oído era lo único que lograba mantenerlo conciente y hacerle saber que seguía con vida además del insoportable dolor que sentía en todo su ser.
Trataba de seguir en pie de una forma débil, apoyándose sobre un par de cajas de madera que se encontraban en el pequeño callejón en el que se refugiaba de momento, odiaba esconderse, pero era la única opción que tenía.

Pronto como reflejo del dolor tuvo que agacharse un momento para escupir sangre al suelo, todo a su alrededor era tan confuso y apenas podía antenerse de pie usando su katana como apoyo.

-Oh, pequeño cazador, ¿Dónde estás?━dijo aquel demonio en un tono juguetón, ansioso por encontrar a aquel humano que fué capaz de darle pelea por bastante tiempo.-

Desesperado miró con su ahora único ojo hacia cualquier lugar donde pudiera encontrarse aquella bestia que anhelaba matarlo, estaba nervioso, su sufor frío no cesaba y su respiración cada vez se aceleraba más. Le costaba trabajo siquiera mantenerse consciente pero el miedo es lo que te mantiene vivo, ¿no? Su miedo a morir esa noche era mucho más grande que el poder de cualquier demonio.

Pero no estaba en condiciones de pelea, y lo sabía muy bien de tan solo ver su uniforme empaparse de lluvia y correr la sangre que fluía desde su piel y cuerpo. Pero entonces un muy gran paso en falso lo hizo tambalearse y tirar por accidente una hilera de las tantas cajas que había en aquel callejón. La vieja madera hizo un ruido tan estruendoso que fué obvio que aquel demonio lo escuchó, y no tardó mucho en oír sus pisadas en los tejados, acercándose peligrosamente a él como si de una presa se tratara.

-Oh, con que ahí estás━siseó de forma divertida, asomándose por el tejado para ver al macho que abría los ojos sorprendido.-

Trató de alazar nuevamente su katana, pero el insoportable dolor de su abdomen y piernas le hizo soltar un amargo quejido desde lo profundo de su garganta al igual que resbalando por sus mejillas otras lágrimas de dolor. Aquel de sobresalientes cuernos le miró con superioridad, aquella mirada que transmitía cosas sin la necesidad de pronunciarlas.

"Haz perdido, yo gané''

Su sonrisa llena de soberbia lo aterró aún más, y antes de que pudiera esforzarse en escapar el de piel grisácea ya lo había tomado del cuello con tal fuerza que sus garras se encajaban con su débil piel. Sus gemidos de dolor y quejidos ahogados solo lograron divertir más al de cuernos, sus pies ya no tocaban el suelo y su katana había sido lanzada lejos.

Eso era todo.

Perdió.

Él iba a morir.

Resignado a aceptar su duro destino al parecer los dioses le dieron una última oportunidad. Un rayo de luz los cegó, él cayó al suelo tociendo escandalosamente y reaccionando ante la nueva aparición.

Parecía un ángel a sus ojos.
Bello cabello rubio con terminaciones de un intenso carmín, de hombros anchos donde descansaba una larga capa de color blanco con flamas al final.

Aquel hombre en un simple movimiento acabó con la menguante que tantos problemas le había traído. Estaba claro que él era un Pilar extremadamente experimentado en comparación al de cabello ____ que apenas alcanzaba el rango de Kinoto.
Aún no lograba reaccionar cuando aquel Pilar se giró hacia él y le tendió la mano, él tragó en seco, antes de que pudiera tomarla el dolor se lo impidió, sacándole un quejido, obligándolo a cubrir su ojo izquierdo y llamando la atención del rubio.

-Hay que atender eso, ven aquí, te llevaré a la Finca mariposa━antes de que pudiera reaccionar aquel hombre lo tomó en brazos, trató de forcejear por sus heridas pero terminó rindiéndose y cayendo desmayado.-

Pronto todo se volvió oscuro y sus extremidades se entumecieron por un largo tiempo.

[ • • •Actualidad• • • ]

-¿Así perdiste tu ojo?━preguntó el Rengoku con sorpresa y una sonrisa, prestando extrema atención a su mayor.-

-¡Por supuesto! Luego de algunos años me convertí en Pilar, aunque me retiré cuando una Creciente terminó por dejarme varias marcas que nunca desaparecerán━mostró y señaló ambos brazos y parte de su espalda, donde yacían unas largas y numerosas cicatrizes que abarcaban la mayor parte de su piel.-

Aquellas cicatrizes de zarpazos que por más que intentó borrar nunca lo logró y no le quedó de otra más que resignarse y aceptarlas como parte de él.
Terminó de fumar su cigarrillo y lo apagó en un pequeño plato lleno de cenizas, expulsando con lentitud el humo de sus pulmones y mirando al jóven adulto a su lado que simplemente escuchaba con una sonrisa.

-Nunca imaginé que conociste a mi padre de esa manera, creí que fué años después de retirarte━miró hacia el cielo, soltando un largo suspiro al momento de imaginar a su padre━realmente le hace falta compañía, pero él tiene pensamientos...-

-¿De la Era pasada?━completó entre risas, escuchando seguidamente las del rubio━lo sé, nunca aceptará a otro hombre como pareja.-

-..es verdad━terminó de comer un plato de arroz que recién le fué servido, pensando un poco en si decirle algo al respecto o no━Aunque si me lo pregunta, lo he visto con interés hacia usted, tal vez tengas una oportunidad.-

Sonrió ante las palabras del Rengoku y le dió un medio abrazo, agradeciéndole en voz baja.

Kyojuro tenía razón, tal vez pueda conquistar al amargado de su padre.

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━Cualquier falta de ortografía favo de avisar.