━━¡One shots!
hay miles de historias donde puedes estar con tu personaje favorito de Kimetsu, pero, no hay muchas donde seas un chico.
este 'libro' te da la oportunidad de serlo! pasa y diviértete!
¡con mi imaginación activa me es imposible estar...
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El exterior es una de las tantas cosas que me gustan ver. Las mariposas revoloteaban por el patio, siempre me gustaron por sus lindos colores y lo delicadas que eran.
Me mantenía sentado en el borde de la Finca, viéndolas directamente en silencio y disfrutando del mismo, el ruido siempre me perturbó aunque puedo mantener la calma fácilmente. Balanceaba mis pies, pues no tocaban el suelo, ocultaba mis brazos en mi capa y cerré los ojos por un momento, queriendo que este momento dure por siempre.
Pero como siempre, algo tuvo que romper mi concentración. Esta vez no eran aquellos tres chicos que llegaron recientemente y que eran bastante escandalosos, si no que se trataba de alguien más.
Específicamente, de _______ Yugī, no era un Pilar pero si un aprendiz de uno de ellos, alguien que era común verlo merodeando por los pasillos pues siempre visitaba a la señorita Shinobū, nunca supe el por qué pero cada que llegaba estaba feliz y cuando salía parecía deprimido, se que en su haori ocultaba algo pero no me atreví a preguntar por dos razones.
1°no es mi asunto, Kanae me enseñó a no lidiar con problemas de alguien más a menos que afecten a otros, y lo de él parecía no ser importante.
2°Casi nunca hablo con él, sería raro que lo haga de golpe.
Volviendo al tema, sentía su penetrante mirada en mi nuca. Me ponía nervioso, aunque fueran solo pocos segundos los sentía como años, de pronto dejé de sentirme observado y solo lo ví irse por donde vino, aún con un semblante triste rodeándolo.
Suspiré y seguí mirando las mariposas, específicamente a dos de ellas que parecían no querer despegarse la una de la otra.
Qué raro.
[ • • • ]
Nueva mañana. Hace apenas unos minutos salí de ducharme, ahora mismo me colocaba mi habitual uniforme
Mientras abotonaba mi camiseta me prgunté a mi mismo qué haría primero, ¿ir con Shinobū o ayudar a hacer el desayuno? Lo pensé durante unos largos minutos, finalmente terminé y no me quedó de otra, tomé la mi moneda que estaba cerca de mi y la coloqué en el dorso de mi mano listo para lanzarla.
Cara es ayudar a Shinobū y cruz es ayudar en el desayuno.
Sin esperarlo más la lanzé hacia arriba, giró y giró hasta comenzar a desender y sin pesnsarlo mucho la atrapé, tocó cara. Decidido aquello la guardé en uno de mis bolsillos y terminé de arreglarme, amarrando mi cabello en mi habitual coleta baja y colocando el broche de mariposa de Kanae, me miré por última vez al espejo y verificando que esté bien salí de mi habitación.
