━━¡One shots!
hay miles de historias donde puedes estar con tu personaje favorito de Kimetsu, pero, no hay muchas donde seas un chico.
este 'libro' te da la oportunidad de serlo! pasa y diviértete!
¡con mi imaginación activa me es imposible estar...
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Estabas caminando junto a un peculiar trío de cazadores que te topaste en una misión, específicamente en la del Monte Natagumo.
Aquella gran montaña que les trajo pesadillas a varios pero tú conociste a un rubio, un chico jabalí que siempre quería pelear contigo, a una demonio capaz de controlar sus instintos y como tú lo llamabas, un Sol en todo el sentido de la palabra.
Tanjiro Kamado, ese era su nombre. Desde el primer momento en el que lo viste sentiste como si él fuera un ángel caído del cielo. Su amabilidad, personalidad y actitudes fueron lo que terminaron flechándote por completo.
Estabas completamente enamorado de él.
Pero no solo tú.
Algo de lo que tú no sabías era que aquel pelirojo igual estaba enamorado de ti.
Eras casi todo lo opuesto a él: siempre con ojeras bajo tus ojos, con una actitud la mayor parte del tiempo 'amargada', siempre enfocado en tus misiones pero cuando estabas con él, llegabas a sonreir y tratar de ser más extrovertido con él, lo que le causaba ternura.
Digo, no por nada eras hermano menor de Tomioka por cinco años y su Tsuguko.
Vaya, parecía que la actitud 'amargada' era de familia.
Dejando eso de lado, el trío de cazadores te seguía a ti. Ya que iban directo a una misión donde tú estabas encargado de ser su guía (más que nada porque te ofreciste a acompañarlos). Mientras Zenitsu lloriqueaba con que no quería ir, Inosuke le gritaba que se callara y Tanjiro les pedía algo nervioso que no hagan ruido, pues cada vez estaban más cerca de llegar al pueblo donde se rumoreaba que había un demonio.
-Eh...Tomioka-san, ¿no sería mejor separarnos? Me refiero a que podríamos estorbarle━murmuró el pelirojo a tu lado cuando logró calmar a sus alborotados compañeros.-
Frunciste el ceño cuando escuchaste tu apellido ser pronunciado desde sus labios.
-Llámame por mi nombre, siento como si estuvieras hablando con mi hermano━le recalcaste. Pues no era la primera vez que le habías pedido aquello.-
-Claro, lo siento _______-kun━se corrigió a si mismo, haciendo una pequeña nota mental sobre su error.-
Siguieron caminando en silencio.
En tu mente tratabas de encontrar algún tema para hablar con él, pero en cuando menos lo esperaron, llegaron al pueblo.
Las calles oscuras y en completo silencio lograron darte una muy mala vibra, por reflejo mantuviste tu mano sobre el mango de tu katana aún enfundada, mirando hacia todos lados con precausión.
Tu acción no pasó desapercibida por el Kamado, quien le hizo una seña de silencio a sus compañeros para que lograras concentrarte de mejor manera.
-¿Q-Qué pasa? ¿algo nos está siguiendo? ¡¿vamos a morir?!━los lloriqueos del rubio hicieron eco por casi todo el pueblo, le cubriste la boca con tu ceño fruncido.-
