—Tal vez suene asqueroso, pero llevo años soñando con esto.
Reí al escuchar la confesión de Yoongi y levanté mi cabeza de su torso desnudo para mirarle. Se encontraba con los ojos cerrados, con una expresión relajada y angelical. Dejé un beso en su mandíbula y volví a recostarme en su pecho, acariciando despacio sus pectorales. Su corazón latía despacio, sonando de lo más relajante y adictivo. Yoongi era adictivo, todo de él me gustaba y me era difícil separarme un milímetro de él. Sentía cosas que nunca había sentido con Taehyung, lo que por un momento me cruzó la cabeza haciéndome sentir demasiado mal conmigo misma.
—Pues sí, tal vez sea asqueroso... Pero yo me lo he imaginado en más de una ocasión. De hecho creo que escribí una canción sobre ello...
—¿Una canción? Estás loca... Necesito escucharla.
Yoongi se escapó de mi abrazo para tumbarse de lado, mirándome directamente. Puso su mano en mi mejilla y se acercó para besarme los labios con parsimonia, con cierta sensualidad que me decía que él tampoco había tenido suficiente.
—¿Ha sido mejor que en tus sueños?—pregunté a milímetros de su boca.
—Muchísimo mejor...
Yoongi iba a besarme de nuevo cuando su teléfono comenzó a sonar. Hicimos caso omiso y continuamos a lo nuestro, pegando nuestros cuerpos, sintiendo el roce de la piel del otro. La situación volvía a calentarse, pero el teléfono no dejaba de sonar. Entonces se separó y soltando un bufido se puso en pie para contestar la llamada. Le observé de pie mordiéndome la uña del pulgar izquierdo sin llegar a arrancarla. No podía evitar sonreír con picardía y él tampoco, a pesar de que quién fuera que le había llamado nos había cortado el rollo. Ver a Yoongi de aquella forma, tan natural, tan directo y tan personal me hizo sentir especial. Un pequeño hueco de mi cabeza empezó a gritar de emoción al pensar que tal vez mi futuro tenía a Yoongi de aquella manera muy presente.
Dejé de sonreír cuando la cara de Yoongi se puso pálida y salió corriendo sujetando el teléfono entre su oreja y hombro para coger su ropa interior y ponérsela a toda prisa, seguido del pantalón. Tras eso, fue al baño y volvió poco después con la chaqueta vaquera y camiseta que le había quitado antes.
—Vale, de acuerdo—decía, a toda prisa—. No, no, me he quedado con ella. Se ha dormido. Me dijo que estaba bien.
Extrañada me levanté y fui al armario para coger ropa cómoda. Tras vestirme, fui a la cocina para liberar a Holly, el cual se encontraba tumbado en su camita, dormido plácidamente. Cuando volví a dónde Yoongi se encontraba, este estaba ventilando la habitación y haciendo la cama en la que hace poco habíamos estado juntos.
—¿Vienen?—pregunté, aunque era una duda ridícula pues por cómo había reaccionado estaba más que segura de que los demás estaban a punto de llegar.
—¿De quién es esta cama?
—Eh... Es la cama de Lena.
Abrió mucho los ojos y terminó de extender las sábanas.
—Déjalo—dije acercándome a él para quitar la ropa de la cama—. La voy a lavar. Le diré que al llegar eché la pota encima o algo así.
—Muy convincente.
Los siguientes quince minutos los pasamos poniendo una lavadora y sábanas nuevas en la cama de Lena. No me había podido parar a pensar mucho en todo lo que había sucedido en pocas horas y mi cuerpo parecía estar a la defensiva. Las manos me temblaban y sentía cierta sensación de ahogo en el pecho, una sensación que, tristemente, ya me era muy familiar. Una vez terminamos de cubrir lo que acabábamos de hacer, me tumbé en mi cama y Yoongi se sentó a mi lado. Puso su mano sobre mi cabeza y comenzó a acariciarme el pelo con suavidad, mirándome fijamente. Parecía que ya no le daba vergüenza mirarme directamente a los ojos durante más de un minuto y aquello me hizo sonreír.
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Grey | Min Yoongi; BTS
FanfictionDespués de cinco años las cosas han cambiado más de lo que Hyori se esperaba. Sin su madre y sin Yoongi se vió obligada a continuar con su vida e intentar llevar lo mejor posible su entrenamiento y trabajo en Big Hit Entertainment; hasta el momento...